El salitre en sus mejores tiempos sirvió para fertilizar las tierras agrícolas de Europa, especialmente. También su riqueza se usó para fertilizar los bolsillos de los políticos con el propósito de defender los poderosos intereses salitreros cuando Chile vivía en gran parte de la cuantiosa Renta del Salitre. Hoy observamos asombrados e indignados el caso SQM que está en manos de la justicia. Aparecen involucrados políticos.
El poder corruptor del "oro blanco" lo heredó Chile después que pasó a ser dueño de todos los territorios con este mineral no metálico.
Un ejemplo destacado de esa situación se manifestó cuando la prensa nacional, especialmente de Iquique, dio a conocer en 1898 los interrogatorios hechos por un comité de accionistas de la Cía de los F.F.C.C.Salitreros de Tarapacá a directores de esa empresa en relación a ciertos cuestionamientos, hechos por el difunto Mr. J.T. North. Mr. Robert Harvey ante una pregunta contestó: "... estas sumas sirvieron a la Casa del Cnel. North en Iquique para que pudieran influir a los senadores que representaban a Iquique". Mr. R.H. Fowler ante la pregunta sobre si se pagaron $100.000, respondió: "Creo que así, o por lo menos, la mayor parte". Su objeto era "subvencionar los intereses en Iquique para oponerse a la concesión de Chucumata". Durante el Gobierno de E. Frei M. la industria salitrera fue chilenizada. Se formó la Soquimich (hoy_SQM). La administración de Allende la nacionalizó. La dictadura militar la privatizó. Esa empresa logró fortalecerse, crecer vigorosamente y en gran influencia llegó a políticos que tocaron su puerta para recibir atención a sus necesidades con procedimientos que han sido cuestionados y se encuentran bajo investigación judicial. Es la relación entre negocios y política. Una historia que parece no termina.
Mario Zolezzi Velásquez