Una de las cosas más paradójicas que pudimos observar en los días anteriores fue la noticia de Uber, y de la persecución inmediata de la autoridad ante la presión de los taxis "tradicionales", ya que "el queso" se lo estaban arrebatando y su tranquilidad estaba siendo amenazada. Lo notable acá es la rápida reacción que hemos visto en la defensa de grupos corporativos de presión. Es esta presión de ciertos grupos que mediante una organización influyen tal cual sería una barra brava en la galería de estadio en un "clásico futbolero" pero sin detenerse a "equilibrar la cancha" para una competencia sana, ya que en caso de Uber perfectamente puede haber sido una opción o evolución positiva -si se regula-, al pésimo sistema de transporte que existe en nuestro país, posibilidad de innovación que ha sido rápidamente acallada por "la presión".
¿Habrá sucedido lo mismo con los grupos de universitarios?, quienes han venido presionando hace años por una reforma estudiantil y el gobierno se ha gastado dinerales en tratar de establecer una gratuidad, sin muchos detenimientos en aspectos de calidad, bajo un pretexto de "igualar" la cancha, lo que provocará más segmentación finalmente, es decir un fenómeno contrario al buscado.
Que decir de la reforma laboral, que se ha hecho también tratando de agradar a la CUT, que no representa a más del 1 de cada once trabajadores, pero ha tenido la sapiencia, apoyado por a un par de partidos de la vieja guardia, para manejar lo que será una reforma muy compleja para el desarrollo en los próximos años, si llega a promulgarse como va. Lo mismo pasaría con las modificaciones anunciadas a la Ley de pesca, que al ser cuestionada su legitimidad, por el caso de un senador, se clama por sangre, sin ver el grave daño que se le podría ocasionar a los trabajadores, pescadores artesanales, sustentabilidad de los recursos y la industria local.
¿Veremos lo mismo en el caso de las próximas elecciones?, sin duda que el escenario ha cambiado desde que se modifica el voto voluntario, ya que serán las minorías disciplinadas las que más votan.
No hay mejor analogía que el estadio. Antes iban 40 mil personas, de las cuales no más de 3 mil eran las barras bravas organizadas. Hoy prácticamente solo van las barras bravas.
Llega el momento de participar, buscar alternativas al error de las últimas administraciones, que por querer hacerlo bien, han sucumbido al gobernar solo para la galería.
"el escenario ha cambiado desde que se modifica el voto voluntario".
Leopoldo Bailac,, Presidente Asociación de Industriales