Tornero filmó Salitrera Victoria en los 60 y 70
Amante de su profesión de tornero y transportista, siempre llevó su cámara filmadora a su lado para inmortalizar registros únicos de la vida en la pampa.
Cerca de los 12 años llegó a la salitrera Victoria junto a sus padres y hermanos. Fue ahí que pasó gran parte de su vida y el lugar que desde los 20 años retrató, primero como fotógrafo aficionado y luego como el primer videista de dicha salitrera.
Su nombre es Guillermo Villanueva, un tornero de profesión que a sus 81 años da cuenta del tesoro que son hoy estas filmaciones únicas y de gran valor patrimonial. "Yo sacaba fotos, tenía dos cámaras y un día un ingeniero me dijo por qué no te compras una filmadora que hace que la gente se mueva. Y yo le dije ¿verdad? Y me dijo que si y me entusiasmé y me compré una filmadora de 8 milímetros y un proyector".
Según cuenta Villanueva cuando empezó a grabar nadie le creía. "Pensaban que yo estaba haciendo locuras y sólo se reían. Yo empecé a grabar a mis hijos, mi familia, mis amigos, el trabajo y después empecé a ir a los desfiles y a grabar lo que iba viendo".
Así fue tomando testimonio de lo que sucedía en la pampa de Victoria. "Filmé las fiestas de 18 de Septiembre, cuando pasaba el tren por los cerros, los desfiles, las fiestas, mis niños jugando y un día le pedí la sala parroquial a los padres de la iglesia y ahí mostré las películas".
Villanueva recuerda que en la radio León 13 avisaron que iba a ver una exhibición de las grabaciones, " y se llenó de público. La gente no podía creer que existiera eso y que yo los había filmado y tenía esos recuerdos. Hasta yo mismo me admiraba que las películas fueran en colores y no en blanco y negro".
El tornero comenta que para revelar sus películas las mandaba a Estados Unidos, trámite que demoraba dos semanas aproximadamente, donde le llegaba de vuelta el revelado de la película y otro rollo de tres minutos más. "Antes vendían en Arica un rollito de filmación que duraba tres minutos no más, y se terminaba el rollo, la misma Kodak me daba un sobre donde se metía el rollo y se mandaba con un dólar, 300 pesos de ahora, y cuando llegaban las películas eran en colores. Nunca, nunca se me perdió un rollito, yo iba al correo a dejarla y buscarla".
Tornero y conductor
Las filmaciones siempre fueron un hobby para Villanueva, pues otra de las cosas que lleva en su corazón, además de su familia, es su profesión de tornero.
Al respecto, relata que cuando tenía 16 años lo inscribieron en una capacitación para los hijos de los trabajadores y que las clases comenzaban a las 7 de la mañana y duraban hasta las 9 de la noche. "Aprendí tantas cosas, la gente se admiraba tanto de las cosas que hacía que me preguntaban dónde había aprendido y yo les decía en la oficina Victoria".
Si bien tuvo trabajos como tornero y transportista durante su vida "nunca dejé de mi profesión de lado, seguía siendo tornero y arreglaba motores de partida, carburadores, distribuidores, etc. Y también siempre llevaba mi filmadora a todas partes. Por ello tengo recuerdo de distintas cosas", comenta.
El fin de la salitrera
Consultado sobre la cantidad de años que filmó en formato cine, Villanueva dice que fue desde los 60 al 77 aproximadamente, cuando estaban a poco de cerrar la salitrera Victoria. "Nunca han dicho quien dio la orden para que hicieran tira Victoria. Ahora está desmantelada y antes tenía un bonito teatro, un bonito campamento, es como la salitrera que la gente se encanta con ella. Ahora es pura tierra, ahora es un terreno plano, plano, nada que ver a como era".
A sus 81 años, el dice que se siente bien, "me han dado el ánimo porque yo estuve muy decaído. En el hospital yo les decía quiero seguir trabajando, pero el doctor dijo vamos a tratar y no hubo caso con mi pierna por la diabetes".
De esta manera cuenta que cuando falleció su esposa se descontroló con las comidas por trabajar. "No era por el dinero, sino que por la cooperación con la gente".
Es por eso, que actualmente, si bien ya no puede ejercer su profesión por su pierna, de todas maneras se las arregla para reparar artefactos que le llevan sus amigos y familiares.
Al despedirse, agradece el reconocimiento que se le está dando a sus filmaciones, que hoy son historia. "Rodrigo,audiovisualista, pasó mi trabajo a un formato que lo pasan por la tele", agrega muy emocionado.
"Aprendí tantas cosas, que la gente se admiraba de lo que sabía y me preguntaban"
Guillermo Villanueva,, tornero cuenta como aprendió su oficio en la salitrera Victoria.