Zahir el primero en nacer en el agua en Iquique
En abril se efectúo el primer parto acuático de la Región de Tarapacá. Fue una joven pareja de descendencia musulmana los que se atrevieron con esta técnica.
A sus 32 años Daniela Soto pudo cumplir el sueño de tener a uno de sus hijos en un parto totalmente natural. Pero no se trata de cualquier llegada al mundo, sino de una especial que se fue preparando durante los 9 meses que el bebé estuvo en su vientre. No sólo con los controles obstetra, sino con una serie de preparativos físicos y mentales que dieron como resultado el primer parto en el agua de la región de Tarapacá.
Zahir, llegó al mundo el 16 de abril en la clínica Tarapacá, lugar donde se acondicionó un espacio para que esta joven madre pudiera cumplir su anhelo, el cual intentó con su primer hijo hace cinco años (Santiago), lo que finalmente terminó en una cesárea.
Aceptación
Según comenta "Laila", como es conocida esta joven, fue difícil encontrar en Iquique un ginecólogo que aceptara el desafío de cumplir su sueño.
"Fui a dos ginecólogos que me dijeron que no me ayudaría a tener a mi hijo en el agua. Me costó encontrar un profesional que me apoyara ya que había tenido antes una cesárea y según ellos era complicado, hasta que llegue a Patricio Miranda, quien no dudó en aceptar. Desde un comienzo trabajamos junto a otros profesionales naturistas, quienes me ayudaron a preparar mi cuerpo para la llegada de mi hijo", contó la joven de descendencia musulmana, quien agregó que este sueño también era de su pareja (también de descendencia musulmana), quien es surfista y al igual que a ella le encantan los deportes acuáticos.
Laila aún se manifiesta entusiasmada al contar su historia y al recordar la emoción que sintió cuando el doctor Miranda le dijo que la apoyaría en este desafío.
Es así como inmediatamente encargaron a España una piscina especialmente diseñada para este tipo de partos, que en el mundo se han vuelto cada vez más populares. "$280.000 nos salió la piscina, fuimos a probarla al lugar donde sería el parto para que el día que llegara el momento no tuviéramos complicaciones. Además me preparé haciendo natación hasta la misma semana que nació Zahir. Hice pilates, acupuntura, también me ayudó una dula, que es una asistente que me apoyó en el aspecto físico y emocional durante el embarazo y el parto, en este caso fue una kinesióloga", dijo la joven.
Parto
Fueron 8 largas horas de parto según recuerda Laila. Si bien confiesa que con su primer embarazo no alcanzó a tener mucho dolor y que con éste último éstos fueron intensos, nunca dudó en seguir adelante para que su pequeño naciera en el agua.
"Así como todas la embarazadas tienen su bolso y el del bebé listo para salir a la clínica cuando comiencen las contracciones, yo tenía la piscina. Cuando llegó el momento tomamos los tres bolsos y nos fuimos. Al llegar prepararon todo, el agua está caliente a unos 30 grados, para que ayude a mi dilatación, además llevé mi pelota de pilates con la que hice ejercicios durante algunas horas. Esto fue una verdadera maratón, desde que supe que estaba embarazada me comencé a preparar para que todo saliera bien", dijo.
En la habitación acondicionada para esta ocasión estaba el ginecólogo, la matrona, la dula y el ansioso padre del niño.
Había un ambiente con música clásica y la iluminación estuvo a cargo de decenas de velas que dieron una simbología especial para este ansiado momento.
"Fue todo maravilloso, sentí mucho dolor pero eso no quitó que esto fuera un momento único y que lo volviera a repetir de tener otro hijo más. Yo me preparé bien y sabía que podía hacerlo. Al agua entré una hora antes que naciera mi bebé", agregó la joven quien también comentó que al momento del parto, el pequeño no lloró, ya que según ella esto es menos traumático para los bebés.
A penas nació Zahir fue puesto en el pecho de su madre, donde comenzó inmediatamente a tomar leche. Asimismo estuvo una hora conectado a la placenta, para que luego el padre fuera el que cortara el cordón umbilical, donde se le daba por fin la bienvenida a este mundo.
"Fue menos traumático que la cesárea. Los bebés nacen sin miedo. Con este tipo de partos uno se empodera como mujer y deja de lado la comodidad de los médicos, quienes por nos opacan este momento al querer hacernos una cesárea", enfatizó la joven.
Actualmente Zahir tiene un mes y medio, y según cuenta su madre, es un niño muy sano. "Quienes deseen saber más de cómo prepararse para este tipo de partos o arrendar la piscina para la ocasión me pueden llamar al 72177099", finalizó.
"Me costó encontrar un profesional que me apoyara"
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