Pamela Vallejos R.
Casi 10 horas duró la segunda jornada de formalización de la banda de "Los Cuicos", por su presunta participación en el robo de camiones cargados con celulares que eran trasladados desde el aeropuerto hasta Iquique.
En la jornada de ayer se entregaron nuevos detalles de los delitos en que habría participado el grupo, los que se efectuaron por varios años, siendo el último el 22 de febrero de 2016.
Tras escuchar el extenso relato del Ministerio Público, la magistrado Maritza Campos decretó la medida cautelar de prisión preventiva para los nueve imputados en el caso, medida cautelar que deberá cumplirse durante los 180 días en que se fijó la investigación de la causa.
Modus operandi
De acuerdo a la Fiscalía, el último delito cometido por la banda ocurrió el 22 de febrero de este año, cuando un grupo de sus integrantes habría interceptado un camión que trasladaba teléfonos celulares y tablets marca Huawei, haciéndose pasar por policías.
Según se explicó en la formalización, Francisco Paniagua, Alexander Herrera, Mauricio Pizarro y otro individuo que aún se mantiene prófugo, habrían simulado un control policial en la Ruta A-1 (cercanías de playa Lobito), para luego intimidar con armas de fuego al chofer del camión, maniatarlo y cubrirle el rostro, dejándolo en la parte trasera del vehículo de carga.
Tras esto, se habrían trasladado con el camión hasta la vivienda de Mauricio Pizarro, ubicada en el sector sur de la exballenera, en Bajo Molle, lugar donde supuestamente los esperaban las parejas de Pizarro y de Francisco Paniagua (Rosa Justiniano y Magdalena Robles), quienes habrían ayudado a descargar la mercadería del vehículo mayor. Luego los hombres abandonaron al chofer en playa Tres Islas.
El relato expuesto ante el tribunal agregó que posteriormente llegaron Rubén Saravia y Alan Miranda, quienes habrían sido enviados por Marco Saravia, supuesto líder del grupo, con el objetivo de trasladar la mercadería hasta su inmueble ubicado en calle Tomás Bonilla.
Al llegar al lugar, las especies fueron escondidas en una bodega secreta que se encontraba oculta y con difícil acceso, por lo que solo se podía ingresar a ella a través de un mueble de cocina.
Posteriormente, Marco Saravia a través de esta organización, en la que también tendría participación el imputado Carlos Vaca Chávez, comenzó el proceso de comercialización de los equipos robados en el barrio boliviano. Según Aduanas, el perjuicio fiscal por la venta irregular de estas especies, que estaban sometidas a un régimen especial, es de $292 millones.
De acuerdo a la exposición de la Fiscalía, todos estos delitos generaron utilidades millonarias a los imputados, las que superarían el millón 800 mil dólares, las que a fin de ser ocultadas, fueron utilizadas en la adquisición de numerosos bienes, esto pese a que ninguno de los imputados ejerce una actividad comercial o profesional que justifique dichos ingresos y bienes.
Prisión
Finalmente y tras la formalización, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva de todos los imputados, medida que fue acogida por el Tribunal salvo en el caso de Carlos Vaca, quien deberá cancelar $1 millón en fianza para quedar en libertad.
"Se decretó un plazo de seis meses de investigación, así que tenemos ahora que trabajar mucho más en el caso para hacer una presentación en el Tribunal Oral en Lo Penal", dijo la fiscal Paola Apablaza.
En tanto, el defensor penal público Joaquín Muller, comentó que "la defensa seguirá con su tesis relativa a la falta de participación por parte de nuestros representados en cuanto a los delitos de robo con intimidación, asociación ilícita, contrabando y lavado de activos".