Nadie está preparado para enfrentar una enfermedad oncológica y menos cuando no encontramos las condiciones necesarias en nuestra región para la atención de estos enfermos.
Ser diagnosticado por las diferentes sintomatologías que esta patología presenta al alterar el funcionamiento normal de las células de nuestros organismos, es literalmente un "balde de agua fría" tanto para los pacientes y su núcleo familiar.
Si bien el tema de la construcción de un centro oncológico para esta zona extrema de Chile, está tomando forma por la lucha de la comunidad local empoderada, no podemos dejar de lado la salud mental de los pacientes de oncológicos o de cuidados especiales.
Se hace necesario que en la planificación e implementación de este centro, se contemple la participación activa de profesionales que formen plataformas interdisciplinarias para brindar redes de apoyo.
Generalmente la familia que rodea a cada enfermo oncológico sufre de alteraciones psicológicas presentando aprensiones y temores ante el fallecimiento del ser querido víctima de esta enfermedad. Estos temores van desde el miedo al sufrimiento y temor por una agonía larga o dolorosa.
Además siempre está lo que se denomina claudicación familiar y se refleja en el sentimiento de incapacidad temporal para seguir administrando cuidados de forma adecuada a su ser querido que se manifiesta en bloqueo físico y psicológico que paraliza la capacidad de cuidar.
Uno de los factores que causa más estrés y angustia es el hecho de no contar aún con un centro de tratamiento, investigación, apoyo psicológico y multidisciplinario pata brindar soporte a los pacientes oncológicos en la región de Tarapacá. Ellos deben viajar a otras ciudades para acceder a tratamientos que generalmente son invasivos, agregándose a esta lamentable situación, tener que salir de su entorno familiar, costear en estadías y hospedajes que en muchos casos se prolongan en el tiempo y espacio, alterando más aún su integridad psicológica y la de sus familias.
El tema ya está instalado en la opinión pública local y debe convertirse en un eje para presionar a los actores sociales que están involucrados para que nuestra región cuente con un Centro Oncológico que Iquique y sus comunas vecinas merecen.
"Generalmente la familia que rodea a cada enfermo oncológico sufre de alteraciones psicológicas".
DR. Jorge Font , MBA, Diplomado en Adicciones U.C