Día del Padre
Estimados amigos y amigas: ayer celebramos el "Día del Padre", hermosa oportunidad para demostrar nuestro cariño y agradecimiento a aquel que fue colaborador con Dios en el hecho maravilloso de engendrar vida.
Sin duda el vínculo más fuerte que se da entre los seres humanos es el que se establece entre un padre o una madre con su hijo o su hija. Es una de las experiencias más emocionantes y marcadoras. Ser padre o madre transforma la vida. Es hermoso ver como los padres hablan de sus hijos y como se postergan ellos para que sus hijos crezcan sanos, tengan educación, logren ser felices. Cómo no rendir entonces un homenaje a quienes en medio de nuestra comunidad han recibido el gran don de la paternidad. Cómo no pensar en todos los padres que en las distintas tareas y trabajos que cada día realizan, lo hacen pensando sólo en el bien de los suyos, en el bien de los hijos. A cada uno de ustedes papás nuestro agradecimiento, quiera Dios que cada uno de ustedes experimente el cariño y la cercanía de sus hijos siempre.
Con todo, quiero decirte a ti que eres papá, que tú no eres sólo un proveedor en tu familia. Papá tu eres muy importante con tu presencia, con tu palabra, con tu cariño y cercanía. No se te olvide jugar con tus hijos, conversar, salir con ellos. No se te olvide tener unas sanas complicidades con tus hijos lo que hará que te sientan cercano. Papá, no olvides que se te han confiado unos hijos para que tú junto a tu esposa los formes, por lo tanto no tengas miedo de exigir, de llamar la atención cuando sea necesario, de dar una corrección en el momento oportuno. No dudes en conversar con otros padres para ver como guiar mejor a tus hijos, para esto trata de participar, en cuanto te sea posible, en las reuniones del colegio o de la catequesis en la parroquia, te hará bien. Me permito recordarte que lo mejor que puedes dar a tus hijos es una familia. Para los hijos será muy importante ver que sus padres se quieren y respetan, les hará muy bien verlos a ustedes que se dan un beso y que se toman de la mano. Será formador para tus hijos ver que en algunos momentos puedes discutir con tu esposa pero que son capaces de reconciliarse y volver a comenzar.
Papá, pide cada día al Señor Dios, a quien confiadamente llamamos Padre y que es éste su mejor nombre, a que Él te ayude, sí te ha dado el don de la paternidad que Él te ayude a realizarlo en plenitud.
"Papá tú eres muy importante con tu presencia, con tu palabra, con tu cariño y cercanía".
Guillermo Vera, obispo Diócesis de Iquique.