Con respecto a la sobre un megaterio hallado en Tarapacá en 1957 señalo algunos detalles. Me permito esto por ser, creo, el único sobreviviente de las expediciones al desierto hechas en esa época por ENAP.
El señor Giovanni Cecioni, italiano, doctor en Geología fue jefe de la comisión que halló, no un esqueleto sino solo un fémur de megaterio, pieza que fue llevada, para su estudio, al depósito de la empresa donde el Dr. Cecioni nos dio una interesante charla sobre ese animal. Por aquel tiempo se conocía poco sobre la zona, muchos de cuyos puntos estaban inexplorados aunque ya se advertía la importancia de la minería en el norte chileno, por tal motivo los trabajos de investigación abarcaban mucho más que la búsqueda de petróleo.
Fueron encontrados fósiles de extraordinario valor, como por ejemplo, un amonite gigantesco, aproximadamente con dos metros de diámetro junto a otros, de la misma especie, pero de diferentes edades, microscópicos, representando, por lo tanto, la adecuación a los cambios habidos en las condiciones de vida en lo que sería, miles de años después, la pampa. Ramas hechas piedra, huellas de animales inmensos y vegetarianos a los que nunca vio el ser humano, fueron algunos de los hallazgos minuciosamente registrados por las comisiones geológicas, algunas de las cuales tuve la suerte de integrar.
Se recogieron , además, vestigios de la guerra del Pacífico y momias de diversas edades, algunas en lo que hoy ocupa el Casino, más o menos. Con parte de eso inauguramos el Museo de Iquique donde hice, a pedido de los fundadores, un cuadro detallando las características del megaterio, gráfico que se mantuvo en la entrada mientras ocupó una casa cercana a la Catedral.
La riquísima colección de ENAP debe estar, más o menos intacta, en alguna parte, tal vez en Santiago y merece que la conozcan y estudien quienes tienen interés por estas cosas.
Me pongo a disposición de las personas e instituciones que deseen informarse el respecto.
Marce Hugo Contreras Mondaca