En una editorial de este diario sobre consecuencias del alcohol, señala que según Senda, Chile es el país con la mayor tasa de consumo de alcohol puro per cápita en América Latina, con 55 grs. de alcohol por día. Triplicando el límite de 20 grs. propuesto por la OMS (Organización Mundial de Salud). Ésta es una pésima noticia que pone a nuestro país en condiciones de recibir la "copa" de los campeones latinoamericanos del copete en exceso. No es nada honroso desde luego. Esta inquietante situación debe motivar una verdadera y efectiva política que la aborde íntegramente, incluyendo la creación de una red de centros de rehabilitación de víctimas de alcohol.

A principios del siglo pasado, en tiempo de las salitreras, en la prensa iquiqueños se escribe sobre " La fábrica de locos en Tarapacá". El excesivo consumo de bebidas alcohólicas, muchas de ellas de mala calidad y falsificadas, causaban la locura entre los trabajadores de las oficinas. Continuamente se enviaban grupos de insanos a la casa de orates de Santiago. Las funestas consecuencias de este flagelo social fue el tema de diez artículos que escribí en la prensa local.

Hay necesidad imperiosa de modificar la Ley de Alcoholes.

Una de las medidas debe ser la de establecer una patente de alcoholes por cada 800 habitantes y no de 600 habitantes. Todo envase de bebidas alcohólicas tiene que llevar un aviso que diga: "Beba con moderación. El exceso es dañino para la salud".

El exceso de alcohol conduce al alcoholismo, un flagelo social como la drogadicción. Ya sabemos los desastres que produce el desmedido consumo de bebidas alcohólicas. Este problema no podrá ser eliminado, pero lo importante es bajar los índices en forma significativa. Debe imponerse paulatinamente la temperancia sobre la intemperancia.

Mario Zolezzi Velásquez