Comparto con ustedes algo de lo que dije en La Tirana, motivando a traspasar los umbrales del compromiso. "...Ante las puertas del mundo de la política, hay una decepción que en muchos casos tiene sus fundamentos, pero ¿quién está dispuesto a traspasar ese umbral y a querer aportar con su dedicación honesta al servicio público?, aquí se necesita que muchos mayores con su experiencia y muchos jóvenes con ideas bien pensadas puedan dar una nueva esperanza y traspasar el dintel del servicio público de manera noble y desinteresada. Ante la puerta de la vida familiar, tan querida por todos y sin embargo tan atacada por diversos frentes. Como poder traspasar el umbral de nuestra comodidad y comprometernos en una defensa de la familia, del matrimonio entre un hombre y una mujer, del respeto por la vida humana desde su concepción y hasta su muerte natural, de la defensa de un trabajo justamente remunerado y que dignifique a las personas y no las esclavice; sin embargo ante estas realidades muchas veces nos quedamos sólo en el umbral, miramos que pasan cosas, reclamamos interiormente, hablamos mal de algunos, criticamos, nos desanimamos, pero no decimos ni hacemos nada. Hoy todos debiéramos comprometernos a traspasar este umbral, a cuidar de verdad la vida familiar, ayudar a quienes tienen problemas, formar a las nuevas generaciones en el deseo sincero de formar familias y hogares cristianos.
Junto a la defensa de la vida humana ha de estar también la defensa y trabajo por una vida digna. En todo esto se necesita el aporte de todos, por eso traspasemos la puerta de nuestro compromiso ciudadano, comprometiéndonos y aportando en nuestras organizaciones, votando cuando haya que votar; no nos restemos en el compromiso con la sociedad. Ante estos desafíos como no pedirles los jóvenes de nuestras familias, de nuestros bailes religiosos, de nuestras comunidades cristianas que asuman con esperanza su compromiso ciudadano y cristiano. Todos suman en la construcción de la sociedad, traspasar entonces la puerta del compromiso serio y responsable, del estudio bien hecho, de las luchas con sentido de realidad, del trabajo honrado, del servicio alegre, de la entrega generosa de la fe hecha vida".
"Junto a la defensa de la vida humana ha de estar también la defensa y trabajo por una vida digna".
Guillermo Vera,, obispo Diócesis de Iquique.