A lo Cake Boss: Pastelero local hizo torta de la torre del reloj
Víctor Escobar, trabaja hace 35 años en el rubro de la repostería, pero hace poco más de dos años empezó a hacer trabajos a escala.
En el 2009, el mundo de la telerealidad mundial se revolucionó con la salida al aire del programa norteamericano Cake Boss, serie que mostraba la pastelería de Buddy Vlastro, repostero especializado en hacer tortas a escala.
El World Trade Center, autos y hasta un transformers son parte de estas obras dulces hechas por el estadounidense, que ha dejado un legado que ya tiene un representante en la región de Tarapacá.
Víctor Escobar, pastelero con 35 años de experiencia, hace un año y medio empezó a hacer trabajos a escala, los que lo han hecho destacar de sus pares y que lo tiene posicionado como uno de los maestros en la repostería iquiqueña, ya que -según cuenta- muchas de las personas dedicadas a este rubro fueron sus pupilos, ya que hizo clases en centros técnicos.
De todas formas, este viñamarino de nacimiento, cuenta que siempre estuvo relacionado al mundo de la gastronomía aunque en sus comienzos hacia otro tipo de preparaciones.
"Empecé en panadería con mi hermano, él fue el impulsor para que me dedicara a la gastronomía. Estuve un buen tiempo con él", recuerda el pastelero.
En ese sentido contó que estuvo un buen tiempo con él, después trabajó en varias pastelerías en Viña del Mar. Luego trabajó en Valle Nevado y de ahí se fue a Argentina. Aclarando que nunca estudio y siempre fue autodidacta.
Pero fue recién en el año 1998 cuando Escobar visitó por primera vez Iquique, ciudad que sin pensarlo se transformaría en su hogar.
"A mí me trajeron los hoteles Terrado. Me hicieron una oferta y yo fui el chef pastelero de ahí. Estuve como dos años y medio y de ahí me independicé", relata.
En ese lapso de tiempo, como se mencionó, hizo clases de pastelería y tuvo un local con estos dulces en Héroes de la Concepción con Thompson.
Lugar que tuvo que dejar, luego de que se le incendiara su casa y tuvo que destinar la mayoría de sus fondos para recuperar su hogar.
Torre
A partir de ese momento empezó a trabajar desde su hogar ubicado en La Tirana con Calle 4, lugar donde dio rienda suelta a su creatividad y comenzó a diseñar los pasteles más creativos que actualmente se pueden ver en la ciudad. No por nada hizo una réplica "dulce" de la histórica torre del reloj de plaza Prat.
"Esa me la pidió un cliente. Una jueza. Quería la torre del reloj. Ella venía con esa idea y yo la hice", indica agregando que él no ocupa moldes para sus fabricaciones, sino que es un trabajo netamente a pulso.
Y esa no es la única preparación llamativa que tiene Escobar, ya que también un cliente le dio el desafío de hacer la ciudadela de Machu Picchu. "Esa la hice cuando estuve en Collahuasi", dice.
Dentro de sus trabajos más complejos, el pastelero recalca que han sido varios, pero rememora especialmente uno, que señala que tuvo un nivel de dificultad muy alto.
"Ponte tú hice el 21 de mayo también, donde hice la Corbeta Esmeralda", sostiene agregando que le tocó hacer también La Portada de Antofagasta.
Sobre los materiales ocupados para sus preparaciones confiesa que usa los típicos bizcochos, colorantes y mucho talento, ya que vuelve a recalcar, que no incorpora ningún tipo de estructura metálica.
Enseñar
Una de las cosas que apasiona a Víctor Escobar es la enseñanza, como se dijo tuvo experiencias como profesor de centros técnicos, pero dice que le gustaría volver a formar nuevos pasteleros iquiqueños.
"Quiero tratar de meterme a los proyectos que da Sercotec, ya que mucha gente me pide cursos de pastelería y yo no tengo espacio para hacer ese tipo de cosas", puntualiza.
Mientras tanto lo que hace es publicar sus trabajos en Facebook en la página "Pastelería El Chef", nombre que también tiene su pequeño emprendimiento casero.
Agregó que por ese medio las personas han podido apreciar sus distintos pasteles, aunque infiere que no le es fácil.
"Yo me manejo muy poco con la tecnología. Ahora hace poco que aprendí a ocupar estas herramientas", asevera.
Tiempos
A diferencia de lo que uno pueda pensar por el nivel de detalle de sus preparaciones, el pastelero dice que si alguien quiere solicitarle una torta de cualquier tipo solo tiene que hacerlo con tres días de antelación. "Excepto cuando hay mucho pedido, ahí la gente reserva una semana antes", detalla.
Destrezas que también lo llevaron a practicar Karate, donde es cinturón negro e instructor. Disciplina que destacó como algo fundamental en su vida.
"Es como una terapia, me relajo mucho y me ha servido para defender algunos negocios", acota.
"Esa me la pidió un cliente (...) Quería la torre del reloj. Ella venía con esa idea y yo la hice"
Víctor Escobar,, repostero con especialidad en pastelería"
"Cuando hay mucho pedido, la gente reserva una semana antes"
Víctor Escobar,, repostero con especialidad en pastelería."