Evelin Aguilar Paniagua
Con bastante temor recuerda Carolina Sepúlveda la noche del 28 de mayo de 2015 cuando la aparición de un socavón de cinco metros de profundidad obligó a su familia y a otras 15, a evacuar el block cuatro del conjunto habitacional La Tortuga I.
"Las rejas se empezaron a doblar, los descansos se empezaron a guatear...", narró al agregar que si bien Serviu ya está interviniendo la torre afectada, tiene planeado vender el departamento en el que vivió por 13 años ya que -según dijo- nada le asegura que la historia se vuelva a repetir.
Estudio
Como este, son cerca de 1.200 socavones que constan en el registro del Serviu, cifra que puede ir en aumento debido a que entre el 80 y el 85 por ciento del suelo, donde actualmente se emplazan las viviendas, tiene riesgo de colapso.
Así lo advirtió el jefe del Departamento de Geología Aplicada del Sernageomin, Manuel Arenas, quien explicó que esta amenaza se fundamenta en los altos porcentajes de concentración de sales solubles en el suelo, los cuales -según detalla el estudio- oscilan entre el 3,30 y 20,35 %, cuando lo ideal es inferior a dos.
"Alto Hospicio está sobre lo que se llama las gravas de Alto Hospicio (...) esa unidad tiene la característica de contener mucha sal en los sedimentos pero que con el agua se disuelven (...) Cuando la concentración es menor a 2%, es un suelo que no es colapsible porque aunque se disuelva, el suelo mantiene su estructura; pero si tenemos mucho más cemento salino, al disolverse, la estructura no se soporta a sí misma y colapsa", detalló ayer tras la presentación de los mapas de riquezas y peligros geológicos de la región de Tarapacá.
Control de obras
Ante esta compleja realidad, el director regional del Sernageomin, Francisco Uribe, adelantó que impulsará un estudio que permita sectorizar los niveles de peligro de colapso del suelo, considerando que cada vez son más las obras que se edifican en dicha comuna.
"En un momento determinado uno tiene que poner un límite y las autoridades tienen ser capaces y decir 'aquí no se puede construir más', entonces la pregunta de la intendenta o del gobernador será ¿y dónde ponemos a toda la gente? También es capacidad y deber de un servicio como el nuestro poder visualizar otros sectores donde podamos, de a poco, ir distribuyendo este crecimiento ", remarcó.
La autoridad regional dijo que le corresponde a la municipalidad controlar esta situación por poseer la facultad de entregar las licencias de edificación, a lo cual el alcalde Ramón Galleguillos respondió que si bien otorgan dichos permisos, lo hacen en base a las regulaciones establecidas por el Ministerio de Vivienda, pero que no tiene la potestad ni el poder para detener las construcciones.
"Desde el 2014 cuando fue el terremoto y quedó en evidencia la gran magnitud de este problema, es que está comprometido (por la ministra Paulina Saball) un estudio de suelo salino. Entiendo que ese análisis se está ejecutando, que traería aparejadas nuevas normas de construcción para la zona, pero hasta ahora no se conocen los resultados", concluyó.
20,35 es el mayor porcentaje de concentración de sales solubres identificado en el suelo de Hospicio.
1.200 socavones forman parte del registro del Serviu. Informaron que a la fecha se resolvieron 500.