Familia vive angustia ante próximo desalojo
Madre e hijo sufren múltiples enfermedades y deben dejar el departamento que arriendan hace 20 años en Las Quintas.
Hace 20 años que Virginia Santander arrienda un departamento en Las Quintas, el cual debe abandonar dentro de las próximas semanas porque su dueño llegó a un acuerdo de transacción con el Serviu, al igual que otros 118 inmuebles.
"Llegué pagando 30 mil pesos y actualmente pagaba 80 mil. Tuve una casa en el sur, en Nogales, la cual vendí porque mi hijo tenía muchos problemas de salud y siempre me tenía que trasladar al Calvo Mackenna", relata esta vecina, mientras exhibe la documentación, que la inhabilita de postular a un subsidio habitacional.
Agrega que a Iquique llegó junto a su esposo e hijos, precisamente buscando un mejor bienestar económico para su primogénito que fue desahuciado en tres oportunidades.
En efecto su hijo Byron de 25 años, que no representa más de 14, presenta una serie de enfermedades asociadas a su Diabetes tipo 1, que generó problemas en su crecimiento, sumando además una artritis, síndrome de Evans, que es una patología autoinmune que destruye sus glóbulos rojos, entre otros.
Pese a sus problemas médicos, Byron terminó octavo año básico con un 6,9 y su enseñanza media con un 6,5. "Hice un curso de inglés conversacional, he salido a buscar trabajo, pero la discriminación es muy grande, todos ayudan a la Teletón, pero se olvidan el resto de los 365 días del año", reflexiona este joven, quien desde el 2013 postula sin éxito a un subsidio habitacional. "Tengo la preocupación de qué vamos a hacer, voy a Serviu y me da impotencia no poder hacer nada, dónde vamos a arrendar con el sueldo de mi papá y las pensiones de invalidez (de madre e hijo) no nos va alcanzar", se lamenta.
Campamentos
Esta historia es solo un ejemplo de una situación que no es aislada para el coordinador regional de Techo Chile, Andrés Mardones, quien afirma que varias familias de las que llegan a vivir en campamentos, alguna vez tuvieron una casa, pero la debieron vender, especialmente por situaciones de enfermedad u otras circunstancias o en algunos casos dejarlas por temas de delincuencia e inseguridad en los barrios.
Por lo tanto enfatiza que el análisis de su institución es entender la problemática de campamento como una cuestión que no es estática y la pobreza tampoco. "Entender que la realidad de los campamentos no es solamente las familias que hoy están viviendo ahí, sino que existen también un segmento de la población que eventualmente puede llegar a un campamento", remarca Mardones.
Mientras los días pasan, esta familia, compuesta por seis personas, junto a otras 50 buscan alguna pieza o la acogida de un familiar, de lo contrario se sienten obligados a engrosar las 2.362 familias que viven en campamento en la región, de acuerdo al último catastro de Techo Chile.
2.362 familias viven en campamentos en la región, según informó Techo Chile.