editorial
José Vergara
Ayer se cumplió un año de la desaparición de José Vergara. El joven de Alto Hospicio que tras una crisis psiquiátrica fue detenido por Carabineros a petición de su familia, la que nunca más tuvo noticias de él.
Los hechos que solo se difundieron cerca de un mes posterior a su desaparición, con la detención de cuatro carabineros implicados, no solo hablan de varios delitos que están investigándose, sino que saca a la luz un problema que afecta a muchas personas de nuestro país que sufren algún grado de discapacidad.
¿Qué hacen las personas que tienen un familiar con una crisis? o ¿dónde recurrir?, ¿qué pasa con quienes se ven afectados, vecinos o transeúntes? Por más que sean cosas domésticas tienen efectos que pueden ser inimaginables para quienes no viven esta situación.
El caso de José Vergara en este sentido es uno de ellos, donde por desconocimiento o por la necesidad de una respuesta más rápida, se utilizan los servicios de Carabineros ante una crisis de carácter médico.
La investigación por la desaparición del joven hospiciano está en sus últimas diligencias, sin embargo hasta ahora no se vislumbra un desenlace, por lo menos con resultados en cuanto a su paradero.
Además, la Fiscalía no descarta ninguna opción, entre ellas que José no esté con vida, sobre todo por su alto grado de discapacidad y por las declaraciones de los exuniformados que están imputados, quienes aseguraron que lo habrían dejado en un sitio eriazo en medio del desierto.
Estos hechos, sin duda, han sensibilizado a la población de Iquique y Alto Hospicio, más aún cuando independiente de las diferencias, todavía está presente el fantasma de lo que sucedió con las jóvenes asesinadas por Julio Pérez, donde por mucho tiempo se tuvieron teorías muy distintas al desenlace que presentó el caso.
Es necesario aprender de estos hechos y trabajar en políticas públicas que se ocupen de estas personas y que permitan tener una atención digna que impida llegara a casos extremos.
La familia de José Vergara se encargará de que el joven no sea olvidado y pese al tiempo buscará obtener un desenlace, por triste que este sea.
"Hasta ahora no se vislumbra un desenlace, por lo menos con resultados en cuanto a su paradero".