Arquitectos analizan el paseo de Playa Brava
Manifiestan que hay falta de seguridad y problemas de conectividad en el lugar.
El sábado pasado el municipio de Iquique puso a disposición de la comunidad la primera etapa de remodelación del paseo de Playa Brava. Las condiciones de este tramo y la facilidad que tienen las personas para acceder a éste, fueron analizadas y cuestionadas por dos arquitectos.
El arquitecto Rodrigo Fuentealba, por ejemplo, lo recorrió en el tramo que comprende cerca de 500 metros, y observó ciertas falencias que arriesgarían la seguridad de los asistentes, sobre todo de los niños. "Los anclajes de los juegos no cumplirían con las normas de seguridad. Además es notoria la oxidación del tensor del cable metálico utilizado para anclar los juegos", opinó.
Fuentealba agregó que el desnivel entre algunos juegos inclusivos y el paseo peatonal no permite el normal desplazamiento de los niños discapacitados. Por último, el arquitecto informó de otro detalle: "Debe existir una división entre el área verde y el paseo peatonal por medio de una solera de hormigón, para evitar el deterioro del radier".
Prevencionistas
Ante estas críticas de las obras ya entregadas a la comunidad del nuevo paseo, el encargado del proyecto de remodelación del paseo de Playa Brava, el arquitecto Mario Meza, respondió que prevencionistas de riesgo del municipio están asegurándose de algunos aspectos del lugar. "Las normas de seguridad están dadas por los proveedores de los juegos", agregó el profesional.
Respecto a la falta de acceso para menores con alguna discapacidad física, Meza respondió que "los pasos intermedios (de inclusión) aún están en construcción. El parque aún no está terminado 100%". También explicó que la división con una solera de hormigón entre el área verde y el paseo peatonal aún está instalada.
Conectividad
En otro punto analizado, esta vez por parte del arquitecto y urbanista René Mancilla, se refirió a la conectividad entre el paseo de Playa Brava y la ciudad. "Cuando vengo a la playa con los niños nos cuesta cruzar. Hay una falta, entonces, de conexión peatonal".
Este punto lo respondió el jefe del departamento de Arquitectura del municipio, Sergio García. "El paseo de Playa Brava, y de todo el borde costero, está pensado como una política de proteger la costa. La conectividad es un aspecto secundario", manifestó.
500 metros comprende el tramo entregado a uso público. En el lugar hay juegos infantiles.