Capacitan a profesores en prevenir abuso sexual
Nueve colegios católicos y la fundación "Niños en la Huella" recibieron la formación.
"En la iglesia muchas veces tuvimos que apagar el incendio cuando estaba provocado, ahora creemos que una buena prevención puede ayudar a visualizar la realidad del abuso sexual", señaló el sacerdote Carlos Hernández, vicario y miembro del consejo diocesano para prevención de abusos sexuales que fue parte del 1° Congreso de Prevención para Profesores de Colegios Católicos de la Región.
Así en una jornada, a la que asistieron más de 500 docentes y representantes de las comunidades educativas se capacitó a los presentes en materia de prevención.
Al respecto el sacerdote indicó que desde el 2015 la Iglesia Católica generó las primeras líneas para un protocolo oficial, que tiene relación con la formación de todas las instancias de la iglesia.
"Esta es una iniciación, formación y acreditación que la iglesia pide para cada persona que en este caso trabaja con niños, para que pueda tener los elementos para prevenir los abusos sexuales".
Capacitación
Hernández manifestó la convicción que una buena prevención puede ayudar a visualizar la realidad del abuso sexual "y que cada persona que reciba esta formación, tenga los elementos para ser proactivo, romper el silencio y tomar un rol más activo".
Consultado sobre cómo se previene el abuso sexual, el sacerdote dijo que hay dos enfoques, pero que es fundamental que los profesores aprendan a leer los signos que presentan los niños que son abusados.
"Sicológicamente hay elementos que presentan los niños, rasgos de personalidad que un profesor en especial el profesor jefe sabe reconocer estos cambios conductuales en los niños. Cuando uno sabe leer puede aplicar ciertas preguntas o tomar ciertas acciones para revisar si estamos hablando de un abuso sexual. Son elementos técnicos que se revisan".
Compromiso
Según el sacerdote Carlos Hernández, el congreso concluyó con el compromiso de los presentes a adherir a las políticas de prevención y a una formación permanente de cada año. "Uno piensa que hubiera pasado si no hubiera habido un caso Karadima en Chile, la realidad del abuso sexual en Chile es tremenda, lo bueno es que de una situación dolorosa estamos reaccionando acogiéndolo como un tema pastoral".