Crismary Castillo Marengo
Hace cuatro años dos creadores chilenos comenzaron a idear una obra que mezclará música y teatro. Esta fue la génesis del trabajo que realizaron Verónica Gonzáles y Andreas Bodenhofer, quienes tomaron como inspiración el recordado caso de Colonia Dignidad, la sociedad benefactora y educacional que creó y lideró, cerca de la ciudad de Parral, Paul Schäfer.
La obra es denominada "Dominancia o la transgresión autorizada", y llegará en formato de teatro musical contemporáneo este próximo 30 de octubre a las 20 horas en el frontis del Teatro Municipal con entrada liberada, el espacio tendrá una capacidad para recibir a mil personas.
Derechos humanos
El comienzo para crear la obra fue con entrevistas a ex colonos e historiadores, así como visitas a Colonia Dignidad, según explicó Andreas Bodenhofer, quien añadió que también entrevistaron a personas que estuvieron recluidas en este lugar.
"De lo anterior nació la necesidad de ir ampliando un poco la temática de los Derechos Humanos y no sólo incorporamos lo que fue el terrorismo de Estado durante la dictadura sino que lo relacionamos con las demandas actuales en Derechos Humanos", describió Bodenhofer.
El compositor manifestó que esta relación se dio con temas de las problemáticas de los pueblos indígenas, problemas de discriminación y cambio climático.
"Se formó un universo sobre la problemática de los Derechos Humanos con la idea de tratarlos de forma nueva y presentarlo con teatro musical contemporáneo", dijo el creador.
Despliegue teatral
Un escenario con músicos en vivo, un camarógrafo que hace las veces de testigo y un grupo de actores que presentan una ópera hablada entre medio de la música es lo que traerá esta obra que pretende hacer reflexionar al público en el hemiciclo del Teatro Municipal.
"Nuestra experiencia es que el público se emociona y reflexiona con lo que va pasando", aseveró el escritor y añadió que siendo esta una temática bien fuerte, como creadores optaron por no ir con la morbosidad.
"No hay un personaje que haga de bueno o malo. En realidad no hay personajes que cuenten una historia. No se ve tortura ni se habla de Paul Schäfer ni de Contreras. No hay un sentido morboso de mostrar violencia", aclaró.
Bodenhofer planteó además que en la obra se buscó otra manera de acercar la temática con textos muy testimoniales mientras que hay otros más teóricos que son presentados con música.
"La música cumple un rol muy importante para la emoción de las situaciones en las diferentes escenas", relató el creador.
La obra llega a Iquique gracias la Corporación de Derechos Humanos y Sitios de Memoria mediante el fondo Ventanilla Abierta del Consejo Nacional de la Cultura y las Arte, con el apoyo del Gobierno Regional y del municipio de Iquique.
"Nuestra experiencia es que el público se emociona y reflexiona con lo que va pasando".
Andreas Bodenhofer, escritor."