Surfistas, ciclistas, motociclistas y últimamente aficionados al béisbol, hockey y fútbol americano llegan al puesto número 304 del tercer pasillo de la feria La Quebradilla, donde se encuentran con una variada oferta de ropa deportiva. Desde trajes de buceo y pantalones para motociclismo hasta muñequeras y rodilleras articuladas son algunos de los artículos que se ofertan.

Se trata del negocio de María Córdova, madre soltera de tres hijos, quien desde el 2011 se dedica a atender a su público selecto: deportistas extremos y aficionados de diversas nacionalidades como argentinos, bolivianos y europeos.

"Yo vendo accesorios deportivos y terapéuticos ya sea ropa o protecciones como canilleras, rodilleras, tobilleras, muñequeras y fajas que son más económicas en comparación a los que se encuentran en las tiendas", comentó.

La comerciante contó que trata de hacer una buena selección de sus productos "que normalmente llegan en buen estado" y por ello comentó que los precios dependen de la condición de las prendas y la marca de éstas.

HISTORIA y productos

Córdova empezó a vender estos productos con las ganancias obtenida en su primer negocio de envoltura de regalos. Al darse cuenta que era la única en la feria con estos trajes, decidió continuar. "Ahora ya tengo mi clientela, incluso me hacen encargos y algunas cosas que me van quedando las ofrezco por Internet".

En este puesto de venta se puede encontrar trajes de surf entre los 12 mil y 60 mil pesos. "Todo depende del las condiciones y el estado en el que se encuentre", puntualizó.

Los precios de las prendas para buceo oscilan entre los 50 y 60 mil pesos, 80% menos de lo que se encuentra en tiendas, aseguró.

Pero no sólo los deportistas visitan este puesto, también lo hacen embarazadas, personas con problemas lumbares y uno que otro lesionado. Esto, debido a que Córdova vende fajas especiales para postoperatorios, botas terapéuticas, entre otros productos. "A mi puesto también llegan personas que pegan cerámicas porque compran rodilleras para evitar el dolor por estar doblado mucho tiempo", agregó.

Esta mujer de esfuerzo, orgullosa comentó que su negocio le permite vivir tranquilamente y educar a sus tres hijos quienes la ayudan ordenando el puesto.

"En la mañana, aquí nos recibe la camanchaca, después seguimos vendiendo con el fuerte sol y nos vamos bañados en arena", dijo sonriendo al precisar que ella atiende desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde.

12 mil pesos es el precio base de los trajes de surf que llegan hasta los $60 mil.

2.000 a cinco mil pesos se venden los accesorios deportivos.

Claudia Bermúdez

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