Con un buen amigo, creemos en la teoría de la cara, ese algo que se capta al observar los rasgos de una persona en los ojos: ventanas del espíritu, acompañados de los párpados, las ojeras, las mejillas, la boca, cejas, en fin el rostro y aún el tono de voz. Ese algo que podemos llamar impresión y que con el tiempo no falla, confirmándola ya sea buena o mala. Vemos a diario cabecillas de movimientos políticos afirmando que su objetivo es trabajar por el conglomerado que dicen representar y sin embargo la teoría de la cara demuestra lo contrario. La sonrisa falsa les delata convirtiéndose en una mueca permanente porque no le viene a su normal estado de ánimo, y también las arrugas del resentimiento se mantienen en la comisura de los labios y otros pestañean y desvían la mirada cuando dicen mentiras o verdades a medias. La teoría de la cara debiera ser un tema obligatorio en la educación, como un arma para la vida política, social y económica. Un post grado sería: el lenguaje del cuerpo.
El dios fútbol
El dios fútbol es conocido y familiar para muchos, religión que cuenta con muchos seguidores, aunque no soy creyente y no me interesa para nada, pues lo detesto pero lo quiero; sin embargo, actualmente y regularmente me convierto y soy un gran hincha y admirador por 1 ó 2 horas , tiempo en que gracias a su beneficio como dirían marginal la ciudad goza de tranquilidad, poca gente, no hay desórdenes, no hay bulla, pocos autos, vuelve el silencio y aquellos tiempos de añoranza, un agrado; incluso se paraliza hasta la maquinaria de la delincuencia!, ¿cómo no lo voy a querer?
José Manuel Caerols.
Dedos para el piano
En vista de la proliferación de candidatos a La Moneda, sería muy interesante conocer sus propuestas para resolver los problemas que hoy aquejan a Chile y así ponerlos a prueba con situaciones reales y no que pierdan el tiempo con discursos muy rebuscados con soluciones muy macro a problemas muy generales, con frases mediáticas e improductivas, el pasar de la ficción a la cruda realidad, permitirá que los chilenos sepan de sus capacidades para que efectivamente sean parte de la solución que tanto requiere hoy Chile y que no terminen, una vez en La Moneda, también como protagonistas del problema. Esta vez Chile debe ser proactivo y no como lo ha sido hasta hoy solo reactivo. Los resultados están a la vista.
Luis Enrique Soler Milla.
Marcos Concha Valencia.