Pamela Vallejos Riquelme
En prisión preventiva quedó el presunto autor de la muerte de un joven de 23 años en la comuna de Alto Hospicio.
Según se informó en el control de detención realizado en el Juzgado de garantía, el imputado, identificado como G.C.T.O. de 23 años, utilizaba peluca y lentes ópticos al momento de ser detenido. Esto, con la finalidad de no ser descubierto por la policía.
Según los antecedentes, el individuo optó por disfrazarse luego de enterarse que el joven al que había herido de bala el sábado en el sector de El Boro falleció producto del impacto que había recibido tras una riña sostenida con el ahora detenido, con quien participaba de una fiesta.
Investigación
Peritos de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) fueron los encargados de realizar la indagación con la finalidad de dar con el autor del crimen y establecer el móvil del hecho.
Tras identificar al supuesto autor de los disparos que dieron muerte a Yerco Enrique Díaz Tapia (23) en El Boro, los detectives montaron vigilancia en su domicilio. De esa forma los policías vieron salir del inmueble, ubicado en el sector La Pampa de Alto Hospicio, a un hombre que aparentaba ser ya anciano, quien caminaba con lentitud y un poco encorvado. Por lo anterior, los efectivos se acercaron con la finalidad de consultar si conocía a G.C.T.O.
Fue en ese momento y para sorpresa de los detectives, cuando el supuesto anciano comenzó a correr como un verdadero atleta, lo que llamó la atención de los detectives, quienes rápidamente salieron en su persecución y lograron detenerlo.
Al controlar su identidad se dieron cuenta que se trataba del supuesto autor del homicidio, quien no solo usaba peluca y lentes ópticos, sino que también se había puesto ojos postizos de color verde.
En su declaración, el detenido confesó haber disparado contra Díaz y huido del lugar hasta Playa Blanca, lugar donde se metió al mar y abandonó el arma. Asimismo, indicó que al enterarse que el sujeto al que había disparado estaba fallecido, vendió el auto con el que escapó y con el dinero se compró los implementos para despistar a los policías.
Las diligencias establecieron que se trató de una riña con posterior balacera entre algunos participantes de la fiesta.