Con todo lo que ha sucedido con determinados políticos, la ciudadanía se siente completamente desilusionada de la llama clase política, cuya meta vital es llegar al poder y disfrutarlo. Este es como una espléndida mesa a la cual se sientan los afortunados para degustar los deliciosos manjares, los néctares de los dioses, servidos por personal magníficamente vestido y con guante blanco. Los rodean asesores, consejeros, astrólogos y mentalistas. Afuera del lujoso recinto esperan Verdejo y la señora Juanita. Con el gran abstencionismo electoral último, los políticos hablan de volver a creer en ellos, que hay necesidad de reencantar a los ciudadanos.
Ya empiezan las primeras operaciones preliminares para preparar la estrategia tendiente a ganar la Presidencia de la República. Igual pasa con las postulaciones parlamentarias. ¿Cómo la clase política puede volver a ganarse la confianza ciudadana?
No se puede olvidar el caso de una ministra que "desapareció" dejando solo al ministro que maneja la caja fiscal ante el paro de los funcionarios fiscales. Ahora ella renunció a su cargo para postular posiblemente a una senaturía. Y pensar que ella renunció como senadora a fin de asumir un cargo en el gabinete. Son las movidas políticas.
Una apremiante reforma es la que ponga fin a la reelección indefinida, léase senadores, diputados, alcaldes, concejales, consejeros, etc.
Se han hecho algunos tímidos intentos para concretar esa reforma pero no hay mayor interés en el congreso nacional. Es indudable que son más grandes los intereses de seguir disfrutando del poder en el parlamento, municipalidades y cores. ¿Se podrá seguir creyendo en la clase política?
El régimen democrático, pese a las imperfecciones o fallas que pueda tener, es el mejor sistema de gobierno para los países. Las dictaduras son nefastas. Cuando fallan completamente las democracias surgen los "ruidos de sables" y se instalan gobiernos dictatoriales.
La clase política debe mejorar mucho su comportamiento general. Con una Constitución nueva o reformada, leyes y reglamentos podrían jugar su rol en ese anhelo nacional.
Efectos de la desmunicipalización
Considerando la actual tramitación legislativa del proyecto de desmunicipalización impulsado por el Gobierno y parlamentarios de la Nueva Mayoría, resultaría oportuno saber, por ejemplo, cómo su implementación incidirá en las escuelas municipales que han aumentado de manera sostenida sus resultados en el Simce o también, qué ocurrirá con la educación rural donde sus alumnos muestran en el Simce, por ejemplo, 15 puntos menos respecto al promedio nacional.
Iván M. Garay Pagliai
Mario Zolezzi Velásquez