Un par de deportistas de una delegación de los Juegos Bolivarianos decidió antes de irse ofertar por internet su implementación oficial. La medida respondió a la mala situación económica que se vive hoy en su país de origen.

Calles vacías

Fuera del perímetro del estadio Cavancha, donde medio Iquique circuló con motivo del partido, en el resto de la ciudad las personas decidieron quedarse en casa para no perder detalle del trascendental duelo. Por momentos se pudo apreciar que casi no andaba ni un alma.

Estaban intratables

Lamentablemente e independiente de los errores ayer Buonanotte y especialmente Nicolás Castillo estuvieron intratables. Católica demostró en cancha que cuando los equipos invierten y trabajan bien marcan la diferencia. Iquique va por buena senda, a seguir el mismo camino.

Cada año como pueblo católico en diversos momentos miramos con especial cariño a la Virgen. Lo hacemos de manera especial en su Mes que este 8 de diciembre clausuramos; en todo este tiempo, con más fuerza que nunca la llamamos al igual que el ángel Gabriel: "llena de Gracia".

En la Sagrada Escritura, en el libro del Génesis, leemos que en la aurora de los tiempos, el hombre, criatura amada de Dios cae en el pecado. Dios, el ofendido, se muestra como Él es: compasivo y misericordioso, por eso sale al encuentro del hombre caído, viste su desnudez y le da una esperanza cierta de salvación; esta salvación nos llega por Cristo, quien nació de María la Virgen. María, la Inmaculada tuvo la gracia de ser Madre del Salvador, como toda madre cumplió su deber y supo realizar su misión animada por la fe que le hacía entender que en su hijo cuidaba a Dios; como madre le enseñó, como creyente le contempló; como madre le acompañó como creyente le escuchó; como madre lo gozó como creyente le adoró; qué mejor entonces para nosotros que acercarnos a María y aprender de ella a tratar a Jesús.

La Virgen Santísima a quien ahora miramos llenos de fe, recibió una plenitud de gracia mayor que la concedida a todos los ángeles y santos juntos para cumplir así su misión de ser la Madre del Salvador. María está en un lugar único entre Dios y los hombres. Ella es quien en la Iglesia ocupa después de Cristo el lugar más alto y a la vez el más cercano a nosotros, ella es el modelo de todas las virtudes a la que hemos de mirar para tratar de ser mejores.

Ella es la purísima, la inmaculada, la Llena de Gracia, ella es descanso en nuestro trabajo, consuelo en nuestras penas, salud en nuestras enfermedades, puerto seguro en las tempestades de la vida, ella es quien nos anima a acercarnos a Cristo en busca de perdón, es alivio en nuestros agobios, socorro de quienes rezan.

A ella la miramos para que nos enseñe a mirar a Jesús, por eso los católicos de Iquique, nos reuniremos junto a su hermosa imagen en Punta Gruesa y ahí rezar por nuestra ciudad y región, por sus autoridades y toda su gente. El 8 de diciembre a las 17.30, junto a María somos pueblo de hermanos, familia de Dios.

"Ella es la purísima, la inmaculada, la llena de gracia, ella es descanso en nuestro trabajo, consuelo en nuestras penas".

Guillermo Vera,, obispo Diócesis de Iquique."

Iquique tenía la gran opción de lograr el mayor triunfo de su historia y matemáticamente todavía la mantiene, pero tras la derrota ante Universidad Católica y el buen nivel de fútbol exhibido la meta parece más lejos de lo que estaba ayer a las 17 horas.

Cavancha era una fiesta, pero la jornada terminó con tintes de funeral ante una dolorosa derrota que podría valer un campeonato. Ya pasado el compromiso y cuando la suerte ya está echada vale sacar varias conclusiones que van más allá del balón cuando está en juego.

El equipo de la ciudad debió luchar con todo ante la adversidad. Quizás nunca nadie lo pensó y por eso durante años nunca las autoridades pudieron ponerse de acuerdo, al punto de que el CDI jugó su opción en un improvisado reducto y el gran campeonato nos encontró sin estadio, luego de un proceso donde Arica, Concepción, Viña del Mar, Antofagasta y tantos otras ciudades vieron como se levantaban los muros de sus renovados recintos e incluso, todos juntos "cortaban la cinta".

En Iquique fue distinto, años de discusiones, culpabilidades de uno hacia otro sector y el equipo a jugar en cancha de pasto sintético en Alto Hospicio.

Un plantel corto que dio todo de sí para acercarnos a una estrella y que merece que se crea más en él, en su disposición y en los deseos de los jugadores por ir más alto, no solo el conformista objetivo de salvarse del descenso a fin de temporada.

Ahora no queda más que ir a buscar el milagro en la última fecha, con triunfo celeste y caída cruzada, algo muy complejo, pero también es hora de pensar a futuro. La institución debe seguir trabajando de buena forma, con refuerzos de nivel como los que llegaron en la última temporada, siendo competitivos y dotando al equipo de lo necesario.

Junto con ello mirar de igual forma a otros deportes, que hoy tampoco tienen las condiciones de infraestructura necesarias para desarrollar todas las potencialidades que poseen quienes lo practican.

La ciudad hoy es Tierra de Campeones, con gladiadores que no tienen a la mano un buen coliseo para realizar sus combates. Proyectos se han escuchado muchos, realidades lamentablemente todavía son pocas.

"La institución debe seguir trabajando de buena forma, con refuerzos como los que llegaron en la última temporada".