El Papa Francisco y los empresarios cristianos
El pasado 17 y 18 de noviembre en la ciudad del Vaticano, el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz y la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa Uniapac, organizó el Congreso Internacional denominado "Los Líderes de Empresas como Agentes de Inclusión Económica y Social".
Para los que pudimos asistir a este congreso nos permitió intercambiar opiniones y visiones de lo que una empresa debe ser y de las responsabilidades que se derivan de una mirada cristiana de la función empresarial.
Como parte de las actividades de este congreso se consideró una reunión privada de los asistentes al congreso con el Papa Francisco (unas 450 personas), para escuchar directamente de él, qué espera la iglesia de las empresas del siglo 21.
En su discurso el Papa reconoció tres riesgos para los empresarios y ejecutivos de empresas. El primero es el riesgo del dinero, entendiendo que la acumulación excesiva de él solo puede traer inequidades, y que este solo se vuelve justo cuando se ponen al servicio de los demás. El dinero no tiene un valor neutro sino que adquiere valor según la finalidad y circunstancias en que se use. Un segundo riesgo lo representaría la falta de honestidad, donde la corrupción se vuelve una plaga social, exhortando a los presentes a no caer en la tentación de pensar que si "todos lo hacen", o que si son "solo pequeños actos", estos dejarían de tener importancia, y llama a erradicar cualquier tipo de corrupción, ya sea esta activa o pasiva.
Y el tercer riesgo que reconoció el Papa es el riesgo de falta de fraternidad. Recordaba que el Papa Juan Pablo II indicaba que por encima de la lógica de los intercambios existe algo que es debido al "hombre en su condición de hombre", es decir en virtud de su dignidad. También recordó que el Papa Benedicto XVI insistió en la gratuidad como elemento imprescindible en la vida social y económica, indicando en la encíclica Caritas in Veritate que "la caridad en la verdad pone al hombre ante la sorprendente experiencia del don….el cual manifiesta y desarrolla su dimensión trascendente". Así el desarrollo económico, social y político necesita dar espacio al principio de gratuidad como expresión de Fraternidad.
"Llama a erradicar cualquier tipo de corrupción, ya sea esta activa o pasiva".
Álvaro Acuña Vercelli,, Decano Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y Económicas, U. Católica Silva Henríquez."