El óptimo individual
A mediados del siglo XX, el Nobel de economía John F. Nash, formuló su famoso principio del equilibrio sistémico, afirmando que "Si hay un conjunto de estrategias con las que ningún jugador puede beneficiarse cambiando las propias, mientras que los otros jugadores no alteren la suya, entonces ese conjunto de estrategias constituyen un equilibrio global".
El principio de Nash cobra hoy por hoy una relevancia innegable y quiero ser reiterativo en tratar de entender e instalar su práctica, ya que nuestro entorno social se ha convertido en un campo de batalla en el que los intereses de diversos grupos u organizaciones no son capaces de visualizar un equilibrio para la sociedad como un todo, sino que tercamente insisten en alcanzar únicamente su óptimo como subgrupo. El resultado está a la vista, cada vez nos sumergimos en una dinámica en que el bienestar global está cada vez más lejos de un sensato equilibrio.
Tarapacá se está transformando en el mas claro ejemplo de la trampa del óptimo individual. Las ilustraciones sobran por estos días, observemos los conflictos entre los diferentes actores de Zofri; entre los trabajadores portuarios, los movimientos sociales, las huelgas de trabajadores y otras manifestaciones que mediante la interrupción de la normalidad cívica, intentar lograr una mejor solución a sus problemas. Sin embargo, solo logran empeorar la situación regional.
En todos y cada uno de estos casos se ha llegado a nefastas paralizaciones o bloqueos al servicio, en el intento de alcanzar un equilibrio de fuerzas y paradójicamente, una mejor situación. El resultado es evidente, nuestra región se ha vuelto menos atractiva, tanto del punto de vista social, como del empresarial. La Zona Franca y el Puerto reducen su competitividad, la incertidumbre para emprender en la región es mayor y la tranquilidad social ya resulta un bien escaso.
El panorama resulta preocupante, pues en la medida que no entendamos que solo cediendo y generando una solución colectiva, que equilibre elementos de todas las visiones y no solamente las propias, seguiremos alejándonos del óptimo global y junto con ello, simplemente perderemos todos.
Ya es tiempo de asumirnos como partes de un todo y que solo el bien común nos asegura una región mas prospera.
"Nuestra región se ha vuelto menos atractiva, tanto del punto de vista social, como del empresarial".
Juan Carlos Carreño C., Rector Universidad Santo Tomás"