Diciembre huele a guinda, a fruta fresca, a pólvora de estrellas, a pan de pascua y chocolate recién hecho. Suave sabor de durazno que chorrea por la boca de los niños jugando en la arboleda.

Martín, día tras día ha hecho durante el año todas sus tareas. Aún no aprende a escribir, pero dibuja un pesebre y a María con el rostro de mamá.

Martín quiere un perro para esta Navidad. Papá dice que son muy caros, que romperá sus zapatos y dejará sucio el patio.

Martín rompe su alcancía y logra juntas 20 monedas, 2 botones y una ficha para el Happyland. Se próxima noche buena, y todas las noches observa la bodega, de allí entran y salen bolsas con enigmas y sorpresas, él sabe que bajo llave se encuentra escondido el video juego para su hermano, el anillo para mamá y el PC para la abuela. Martín siente angustia y… ¿si ya han escondido a su perro? Ha visto salir el sol varios días y ha conversado con la luna contándole las aventuras que con él vivirá. ¿Habrá comido? ¿Se le habrán volado los ojos en esa oscuridad? Pero porque no ladra? nada se oye.

Martín sale a pasear al centro. De pronto se acercan dos hombres por la calle, uno le tira el bolso a mamá, el otro agarra el coche. Nadie dice nada, toda la gente busca regalos como zombies.

Roco, el perro de la calle, salta con su capa de superhéroe sobre los rateros, enseña sus dientes afilados, gruñe fiero, los persigue al doblar la esquina y se pierde con ellos. Pasan unos minutos, Martín se pregunta ¿qué habrá pasado con el perro?

Roco regresa trayendo en el hocico el bolso de mamá y lo escolta hasta el fin del regreso al hogar.

La noche de Navidad el niño le reza a su ángel, por favor dile a Dios que tan solo quiero un perro y prometo nunca, nunca portarme mal.

25 de diciembre, hora de desayunar, debajo del árbol esperan los regalos.

No, no hay nada para Martín. ¿Por qué Dios no me escuchaste? ¿Será que soy muy pequeño y tú tienes cosas más importantes? Triste sale al jardín, debajo del árbol alguien lo espera… ¡Roco tiene collar! Roco ha sido adoptado. Roco es su regalo de navidad.

Danizna Toro Alvarado

El costo y los beneficios

Buscando las razones de la masividad, todos los candidatos, sin excepción, quieren lo mejor para Chile y los chilenos, algunos beneficios del cargo podrían ser que es casi gratis, con una renta adecuada, con cero riesgo del patrimonio personal, viajes por el mundo "All inclusive"..., además puede repetir en cuatro años, una vez concluido el cargo con cero responsabilidad posterior, todo queda bajo la premisa de quizás el único costo que pagaría la persona al ser presidente de Chile, sería el costo familiar.

Luis Enrique Soler Milla