Abuelos mejoran su estadía con huerto urbano
En el Hogar "Águilas Blancas" de Conapran tienen una cosecha de verduras como tomates, lechuga, zapallo italiano y camote, ají y hasta sandía.
El aire y la vista que actualmente tienen los quince abuelos del hogar de larga estadía Águilas Blancas se sienten frescos y más naturales. Allí y a un costado de su plaza "Oro viejo" está su huerta urbana que si bien aún no tiene nombre, pronto será bautizada porque a estos tatitas, les encanta ponerle nombre a sus cosas.
Este nuevo espacio comenzó a funcionar desde mayo gracias a un programa de mediación y beneficio hacia la comunidad de jóvenes privados de libertad del Sename.
En un principio, según contó la administradora del hogar, Leonor Maturana, los jóvenes instalaron cinco maceteros con semillas de tomate, lechuga, repollo, zapallo italiano, cilantro, entre otras hortalizas y ayudaron en el proceso de reacondicionar el espacio, de tal modo que quedaran bien instalados los semilleros y de fácil acceso a los abuelos y al personal de la residencia del Consejo Nacional de Protección a la Ancianidad, (Conapran).
Este lugar ahora luce pequeños árboles florecidos y llenos de tomates, así como de albahaca y unas pequeñas sandías están saliendo de la tierra.
Cuando se inició este proyecto en el terreno sólo habían conchas de mar y arena. Por lo anterior al tener ya cinco maceteros con semillas los funcionarios del hogar decidieron buscar arena, guano y tierra de hojas para aprovechar el espacio.
"El personal del hogar se motivó mucho con el proyecto de ampliar la huerta, principalmente quien nos ayuda con la lavandería porque es sureño y conoce la tierra, así que junto a todos los funcionarios, comenzamos a crecer", recordó Maturana.
Y el crecimiento de su vergel vino aprovechando el espacio lateral del hogar porque reciclando ladrillos hicieron varios cuadrados en el terreno pudieron remover la tierra y descubrir la riqueza que les ofrecía.
Cultivando
La administradora contó que el ánimo de todos fue seguir cultivando otras verduras y frutas, y así ir probando las propiedades que tiene su tierra.
Por lo anterior, ahora en su pequeño huerto tienen buenas cebollas, berengenas, acelgas, zanahorias, locotos y ya van creciendo cerca de 4 zapallos camotes que dejan ver en sus flores los sabores que se mezclarán con la cocina del hogar.
"No fue fácil porque todos los recursos los buscamos nosotros y siempre nos está haciendo falta tierra de hoja y alguien que nos siga ayudando para labrar la tierra", manifestó Maturana, quien añadió que con el huerto los abuelos mejoran su capacidad cognitiva porque algunos recuerdan parte de su vida y tienen una rutina más agradable.
El cambio
Este hogar está ubicado en el sector sur, específicamente en la calle Sagasca esquina Manuel Plaza y atiende a 15 abuelos; el mayor de ellos tiene 94 años.
Manuel Ruminot, uno de los abuelos del hogar, describió que es provechoso contar con esta huerta porque les alegra la vida cada mañana durante su salida al jardín.
Sentado en una esquina y viendo de frente el huerto, sonríe cuando la administradora le cuenta de las berenjenas que están creciendo en el jardín.
"Tenemos más cosas por ver, además que los alimentos saben bien y están frescos", comentó sonriendo.
"Tenemos más cosas por ver, además que los alimentos saben bien y están frescos."
Manuel Ruminot, abuelo del Hogar Águilas Blancas, sobre su huerta urbana."