Los sacrificios de Macarena para lograr una figura fitness
La joven iquiqueña contó su rutina diaria para conseguir, en un año, los músculos que hoy luce.
Cuando uno la observa a lo lejos pareciera que se trata de una joven que tiene una delgada figura solo gracias a una bondadosa genética, sin embargo cuando se acerca y se despoja de algunas prendas, todo cambia. Con solo ejercer un poco de presión en alguna parte de su cuerpo, los músculos de Macarena Figueroa saltan a la vista y de inmediato dan cuenta que detrás de ellos hay trabajo.
Y efectivamente esa tonificada figura no es gratis ya que es el resultado de una serie de sacrificios que van más allá de un estricto régimen alimenticio y horas en el gimnasio, algo que inició el año pasado.
Cuenta que fue la preparación para el torneo "Miss & Mister Iquique 2016", donde logró el segundo lugar, lo que la llevó a lucir así.
Seis veces al día
De comer tres veces al día pasó a seis, siendo carne de vacuno, pollo o pescado, claras de huevo, arroz, papa y verduras específicas, los componentes de sus alimentos, todos estos preparados sin una pizca de aceite ni sal.
"Nunca tenía hambre y tenía que comer, pasaba las dos horas y ya tenía que comer de nuevo y muchas veces me fui al gimnasio con ganas de vomitar, pero ya después el cuerpo se acostumbra y ahora me pide comida", recuerda entre risas mientras observa unas galletas que su madre ubicó en una mesa y por las cuales confiesa tener deseo de probarlas pero sabe que no puede.
Es mediodía y de repente la alarma del celular alerta a Macarena que es hora de comer. Rápidamente se dirige al refrigerador donde hay cinco recipientes con sus alimentos para el resto del día. Se sienta a comer, mientras sigue hablando.
Dice que al estar de vacaciones es más fácil de manejar los tiempos para sus estrictas rutinas de alimentación y ejercicio, pero de marzo en adelante todo se complica porque estudia enfermería en la Universidad Arturo Prat donde ya pasó a cuarto año.
"En un bolsito me llevo todas las comidas porcionadas y pesadas, y a veces me tenía que salir de clase o abría el pote y todos me miraban por el olor. Yo como a las 8, 12, 4, 7, 8 y a las 10", comenta.
En su casa tiene una trotadora para hacer ejercicios. Todos los días sagradamente se levanta a las 7 de la mañana para hacer media hora de cardio y luego a mediodía continuar en el gimnasio donde se ejercita por tres horas. Actualmente esta menudita joven de 1.58 metros de estatura, carga 18 kilos con ambos brazos y con las piernas, 150.
Pero llegar a esto no fue fácil. Asegura que después de la primera vez que hizo ejercicio, al día siguiente amaneció "como si me hubiesen atropellado".
Adiós a los carretes
Este cambio de estilo de vida para ser una "chica fitness" también implicó sacrificios que fueron más allá de lo físico.
A sus 22 años dejó de lado los "carretes" y con ello se alejó de amigos y de las bebidas alcohólicas pues experimentó que estas no permitían lograr resultados por más dieta o ejercicio que hiciera.
Se perdió cumpleaños y reuniones familiares por lo difícil que le resultaba, y que todavía le cuesta, tener que sentarse a una mesa donde todos comen "cosas ricas" y ella tiene que regirse a su dieta la cual, por cierto, la obliga a trabajar en sus ratos libres pues tener las seis comidas al día que necesita le implica una inversión de 250 mil pesos, sin incluir el batido proteínico que cuesta 30 mil pesos.
Pero para Macarena todo esto vale la pena y se siente orgullosa de lo logrado. Sin lamentos dice que mientras otras chicas de su edad ocupan sus ingresos en comprarse ropa nueva, ella no lo hace porque prácticamente todo lo que gana lo destina a su alimentación y a pagar el gimnasio que demanda otros 30 mil pesos.
Mientras muestra los músculos que logró desarrollar en sus brazos, explica que para la categoría Fitness en la que compite ya llegó al peak en el crecimiento por lo que ahora debe trabajar en hacer que estos se noten marcados cuando su cuerpo está relajado.
"Este cambio ha sido para mejor, ha hecho que mi figura sea más curvilínea y esté más proporcionada, no encuentro que se pierda la femineidad como en otras categorías", comenta.
Pero no todo puede ser perfecto ya que confiesa que los ejercicios para lograr esta figura hicieron que redujera el tamaño de su busto. "En un tiempo próximo igual me quiero poner (implantes) porque ese es el sacrificio más grande de una mujer cuando hace pesas, que se va al tiro el busto, uno puedo quedar sin nada", dice.
Fuerza de voluntad y disciplina son las claves que le permiten a Macarena seguir en este deporte con el cual aspira llegar al nivel Pro para lo cual tendría que ganar un sudamericano; lo ve difícil pero no imposible.
Ahora la joven iquiqueña se alista para una competencia internacional en Brasil. Se trata del "Arnold Classic South America" que se desarrollará del 21 al 23 de abril en Sao Paulo y para el cual busca sponsors para poder concretar su participación.
Mientras llega la fecha de enfrentar este nuevo reto, Macarena sigue en su exigente rutina diaria. "Yo estoy feliz de todos los cambios que he hecho en mi vida, esto ha sido más positivo que negativo a pesar de todos los sacrificios que esto implica", concluye con seguridad.
"Este deporte es muy caro. Con 9 mil pesos como una sola vez en el día".
Macarena Figueroa,, deportista iquiqueña."
"Al inicio para mi era una tortura sentarme a la mesa y que todos estén comiendo y yo estar con un plato de pescado y ensalada ".
Macarena Figueroa"