Maycol Soto Rivera
Está radicado en Arica y tiene a su cargo 30 niños, los cuales participan de su escuela de fútbol llamada "Misterio Muñoz", quienes vinieron a la Tierra de Campeones para jugar el torneo "Iquique Cup Kid". Es el exdeportes Iquique Marcelo Muñoz, quien es dueño de uno de los apodos más extraños que existen en el balompié.
Hay magos, pitbulls, siete pulmones y hasta tanques y generalmente estos sobrenombres son aplicados de acuerdo a alguna característica física o virtud en el juego, pero en este caso el apodo de Marcelo "Misterio" Muñoz le hace honor a la palabra.
Polifuncional, puede jugar en cualquier puesto, por eso es "Misterio" dicen algunas informaciones registradas en la web. La verdad solo la reveló el jugador: "Es porque vivía en una casa misteriosa", dice entre risas.
Marcelo recuerda que cuando tenía 12 años, su amigo Fredy Álvarez, que vivía en el barrio El Morro lo iba a buscar para que se fueran juntos a entrenar en las cadetes del CDI. Ahí nació la leyenda, que viene de la mano de una antigua y hoy inaplicable tradición iquiqueña, la de la "pitita" en la puerta.
"Yo vivía en Latorre, entre Ramírez y Obispo Labbé, cuando me iba a buscar Fredy, mi casa era grande, tenía una escalera al lado de la puerta que tenía como 50 escalones, entonces cuando tocaban el timbre yo no iba a bajar los 50 escalones para abrir, tiraba una pita, entonces la puerta se abría y la casa sonaba Rrrrrrr....y ahí era misteriosa y quedó el apodo", relata.
De ahí la historia comenzó a masificarse con los otros jugadores y entrenadores de las inferiores. "Los profes y los compañeros me empezaron a decir el misterioso y de ahí ya dijeron te vamos a decir misterio".
Explica que el apodo jamás lo dejó y si bien todos los técnicos que tuvo en el profesionalismo siempre le dijeron Marcelo, los compañeros y el mundo del periodismo le decían misterio. "Mi apodo es el más raro, en el mundo solo estoy yo y el otro es Rey Misterio", comenta en relación a un luchador libre mexicano.
El exjugador explica que el apodo ha sido tan exitoso que incluso se lo tatuó en la espalda y lo agregó al nombre oficial de su escuela de fútbol.
"Se llama Misterio Muñoz, tengo 30 niños. Primero estamos formando personas, que sean educados, disciplinados, obedientes y si mañana no llegan a ser futbolistas profesionales que sean profesionales que estudien", dice sobre su escuela, al que en el último campeonato en Iquique ganó la copa "Premio al esfuerzo" y "Mejor barra".
Si bien es iquiqueño, se radicó en Arica. La razón es una sola. "Porque mi señora es ariqueña, acá es más tranquilo, más barato y compramos casa y ya lo teníamos decidido... la verdad, donde manda capitán no manda marinero, cometa entre risas, y remata "en eso no hay ningún misterio".
39 años tiene Marcelo Muñoz, debutó por Iquique en 1996 y se retiró en el CDI el 2010.