La llegada de un nuevo año viene con expectativas, metas, sueños, oportunidades y retos, escuchamos a amigos, a familiares y hasta a nosotros mismos decir: "este es mi año" "este año si pasará lo que quiero", "Ojalá este año me vaya bien", "esto no se va a arreglar", "nada bueno se ve para este año", éstas expresiones hablan de la persona que las dice, puede ser una persona que cree en las oportunidades, en un nuevo comienzo o una que se queda con los errores y fracasos del pasado.
Muchos propósitos se establecen al iniciar un año, que van desde comprar una casa, tener auto, concretar planes de matrimonio, viajar, obtener un mejor trabajo, hasta bajar de peso y al no verse cumplidos estos objetivos, comienzan las frustraciones y el desencadenamiento de sentimientos negativos, pero esto, no solo depende de los 365 días que trae el año, sino en la disposición que tenemos para enfrentar las dificultades y para hacer que las cosas sucedan.
Si en el 2016, perdiste a alguien, te equivocaste, o dedicaste tu tiempo al trabajo más que a la familia, este nuevo año que comienza es una oportunidad, busca tiempo de calidad con tus seres queridos, si no vives con ellos visítalos, llámalos, procura enmendar tus errores, pide perdón, perdona, y vive un día a la vez sin aferrarte por lo que pasó ni preocuparte por lo que no ha pasado
En la palabra de Dios en Mateo 6:34 dice "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán". Por eso, vive cada día de este 2017, con la convicción y la certeza de que será mejor, porque Dios, tu Creador, asegura que Él tiene planes de bienestar y no de calamidad a fin de darnos un futuro lleno de esperanza.
"No solo depende de los 365 días que trae el año, sino en la disposición que tenemos para enfrentar las dificultades y para hacer que las cosas sucedan".
Pastor Félix Orquera,, Ministerio Internacional, Jesús es El Rey, informaciones.jesuseselrey.org"