Pucha que hace calor
El cambio climático es ya una realidad y seguramente muchos han tenido varios problemas para dormir por el calor y humedad. Nadie discute que nuestro clima es muy distinto del que nos tocó vivir en nuestra juventud. Chile está siendo sistemáticamente golpeado por desastres naturales derivados de estos cambios. No solo en el sur hay incendios, en el norte llueve y vemos de reojo los cercanos aluviones en la provincia del Huasco y las consecuencias que trae para los pobladores de las quebradas. Nuestra región no se escapará y seguramente tendremos más de alguna emergencia.
Esto determinará otra forma de organizar nuestro país, que involucrará tomar medidas en todas las áreas.A propósito de la contingencia en el sur, no son pocas las quejas de brigadistas de Conaf, bomberos y voluntarios de la falta de coordinación y escases de recursos. Esto nos lleva a la siguiente reflexión: ¿es Chile un país preparado para las emergencias -sobre todo tratándose de estas "nuevas"- o es más bien reactivo? Muchos han criticado al gobierno señalando que su reacción tardó tres días en declarar la zona de catástrofe, que no se han ocupado a las fuerzas armadas, y que no se han desplegado los ministros en terreno, en lo que es catalogado "el mayor desastre forestal de la historia de Chile", en el que los siniestros ya han consumido más de 180 mil hectáreas. Naturalmente el gobierno -Aleuy- reaccionó rápidamente y salió a señalar acciones implementadas, convirtiéndonos nuevamente en espectadores de fuego cruzado de declaraciones.
Hay que adaptarse a un nuevo escenario planetario, que va ir "in crescendo", y eso ya lo estamos viendo en las mareas rojas y corrientes del niño, que afectarán la pesca y la alimentación, al igual que las disminución de las lluvias que afectarán a la agricultura, la minería y a la industria en general y, por cierto, al consumo humano. En general, todo esto trae grandes consecuencias sociales y económicas.
Es tiempo de dejar la pelea chica, de preocuparnos de tonteras y politiquería, cuando la tierra nos está diciendo que no somos invencibles. Es hora de que estemos unidos y seamos preventivos. La autoridad -que trascienda los ciclos políticos- se deberá abocar seriamente y con urgencia al cambio climático que estamos comenzando a vivir, y sus consecuencias futuras para Chile, que es especialmente vulnerable.
"Hay que adaptarse a un nuevo escenario planetario".
Leopoldo Bailac,, presidente de la AII"