Carlos Luz Aguilera
El terremoto del 2005 en Iquique dejó varias calles estropeadas. Una está en la Villa Fray Andrés, ubicada en el sector de Bajo Molle. Los vecinos de este pequeño barrio dicen que debido a la respuesta negativa del Gobierno, un aproximado de 30 familias se organizaron para juntar dinero y la arreglaron. Sin embargo, el sismo de 2014 volvió a arruinarla.
Volviendo al año 2005, el desastre de 7.5 grados Richter, aparte de arruinar su calle, conocida como la 1, también botó el muro de contención de esta vía. Reclaman que esto ha generado un doble riesgo para los que transitan en sus vehículos. "Siempre manejo preocupado cuando paso. El peligro es inminente", dice Ricardo Cordero.
Como la construcción del muro de contención en esta calle tiene un costo mayor a los 100 millones de pesos -que es lo que vale uno más pequeño ubicado en la villa- en 2012 los vecinos solo pudieron reparar los destrozos en el pavimento de la calle N° 1, que dos años después regresarían.
El sismo de 2014 es el causante de regresarle la fachada deteriorada y peligros que se generaron en el 2005. Por ejemplo hoy a un costado de la calle existe un precipicio de tres metros, por donde en el 2015 un auto cayó y quedó hundido en la tierra. Luego se quemó. Las tres personas que se transportaban en el vehículo resultaron ilesas de milagro.
Cordero dice que ha enviado al menos tres cartas a la directora del Serviu, Mariana Toledo, para que reparen la calle y el muro. El servicio, según él, le respondió que no pueden intervenir por ubicarse las calles en un sector privado.
Al ser consultado el Serviu, informa que se trata de un sector particular, agregando que su tarea es ejecutar las obras y no decidir en cuáles trabajarán. Esa es labor del Ministerio de Vivienda.
Además, según una fuente cercana que trabaja en Bienes Nacionales, el terreno de la villa pertenece a un dueño privado y él debería hacerse cargo de los daños que ocurran en la propiedad, la cual hoy cuenta con un portón para disminuir los robos que han sido recurrentes, según cuentan algunos vecinos.
A pesar de las negativas del Gobierno, Cordero reitera que las calles del barrio son públicas y así se lo dijeron, según él, en la Dirección de Vialidad del MOP. "No son privadas", recalca.
Consultado el MOP, informan que desconocen que en la dirección de Vialidad le hayan respondido eso, y que la única tuición de Obras Públicas en el sector de Bajo Molle es la ruta A-1, que en ese lugar pasa a llamarse avenida Arturo Prat. Vecinos, sin embargo, seguirán luchando por mejorar la calle, pues temen que de no ser reparada pueda ocurrir un accidente fatal y por ello pidieron la intervención de las autoridades.
12 años lleva el muro de contención roto a un costado de la calle dañada.