María Jesús Carrasco
En el verano es común ver las costas de Iquique con afluencia de público, ya sean residentes, extranjeros o los mismos chilenos de otras localidades del país.
Es por eso, que la Poza de los Caballos se vuelve en una excelente alternativa si su intención es pasar un día tranquilo. Este lugar en la península Cavancha y cuenta con una zona privilegiada para que los niños puedan darse un chapuzón sin dificultad.
"Vamos a hacer una parrillada, porque está de cumpleaños mi hijo" cuenta entusiasmada Patricia Astudillo.
Si bien el balneario es concurrido por extranjeros, lo cierto es que varios iquiqueños la prefieren.
El profesor iquiqueño Walter Astorga (67) recuerda que junto a sus padres comenzó a acudir a este balneario a los cinco años. En estos momentos se encuentra de vacaciones y disfruta junto a su familia de esta playa y por ello se anima a recomendarla ya que afirma que es seguro bañarse en esta, incluso de noche.
En cuanto a los turistas, hay dos jornadas para asistir que se acentúan. Se trata de visitantes que llegan a las 15 horas, para reposar después de haber almorzado, en tanto otro grupo lo hace a las 19 horas con las ganas de disfrutar del atardecer.
Por otro lado, los asistentes son en su mayoría familias y por eso el ambiente se torna grato.
A diferencia de lo que la mayoría pueda pensar, los bañistas prefieren llevar almuerzo preparado, para no cocinar en la playa y solo dedicarse a disfrutar el paisaje y disfrutar del sol y el mar.
Su particular nombre se debe a los hombres del ex Regimiento de Caballería Granaderos, que acudían al sector a duchar a sus caballos. Después de un tiempo, la práctica dejó de funcionar y el nombre pasó a la historia como "Poza de los Caballos".
Conjugue un momento de relajo y distensión, en este sector de Iquique.