Ciclistas coinciden en falta de espacios para entrenar
Ayer se dio el adiós a Luis Zerega, quien falleció tras un accidente.
Una multitudinaria despedida tuvo Luis Zerega Zambrano, cuyos restos mortales partieron pasado el mediodía de ayer desde la catedral de Iquique al cementerio Parque del Sendero, trayecto en el cual fue acompañado, en especial, por la familia Soria Macchiavello, dado el parentesco que tenía con la madre del alcalde de Iquique Mauricio Soria, María Inés Macchiavello.
El empresario, de 37 años, falleció tras ser embestido por un transfer en la Ruta A-1 a la altura de Palo Buque, mientras transitaba en bicicleta a un costado de la carretera en dirección norte - sur junto a un amigo.
Carencias
Hasta el sepelio llegaron representantes de las dos ruedas, en motos y bicicletas, para dar el último adiós al "compedal".
Carlos Ovando, presidente del club de ciclismo montaña TMT, quien acompañó el funeral junto a la agrupación en una caravana desde la iglesia hasta el camposanto, expresó que esta pérdida refleja nuevamente la falta de espacios para que puedan practicar su deporte.
"Necesitamos un lugar para salir de la ciudad. Con las carreteras concesionadas estamos amarrados a Iquique, no podemos salir ni por el lado sur ni hacia Alto Hospicio porque nos prohíben el paso. Como mountain bike nuestro deporte se desarrolla en el cerro, pero también hay otra disciplina que son los ruteros, que andan por el cemento y necesitan andar por la calle", dijo.
Ovando agregó que antes de la concesión de ambas rutas, la A-1 y la A-16 a Hospicio, el escenario era diferente, y aunque también corrían riesgos, no estaban "encerrados".
"Estamos viendo la instancia de ir a la Intendencia para ver qué se puede hacer. Solo pedimos que nos den dos metros paralelos de ciclovía para al menos llegar al aeropuerto y poder entrenar. Y aprovechar que están construyendo el segundo acceso a Hospicio, que nos den una franja para ir al cerro a practicar", expresó.
Borde costero
La fundadora de Bicivilízate Iquique, Natalia Piñones, lamentó que este accidente revele la falta de consideración a la comunidad durante la concesión de la autopista.
"No hubo un estudio que considerara a los deportistas ruteros, a quienes se les prohibió su lugar de entrenamiento. Están los pescadores, la gente que vive en las caletas. Proponemos una vía segregada para devolver el espacio al ciclista urbano, deportivo o recreacional. Al aeropuerto hay muchos kilómetros que se pueden utilizar", reconoció.
Piñones sostuvo que pedalear por el borde costero sur es algo que ha estado normalizado entre los iquiqueños.
"La empresa debió adecuarse a la cotidianeidad del territorio. Hay personas que van desde Chanavayita a Los Verdes en bicicleta. Creo que no se le ve como medio de transporte, sino como algo más recreacional. No hay lugares de esparcimiento, velódromos, nada. Ese es el espacio que se nos da", concluyó la dirigenta.
30 años dura la concesión de las carreteras A-1 y A-16 a cargo de la empresa Rutas del Desierto.