Abandono de pueblos buscando sostenibilidad
Los lamentables incendios que han ocurrido en la zona centro-sur desataron una lucha sin igual para salvar una serie de pueblos que estaban bajo la amenaza del fuego. Enriquece saber que los vecinos lucharon para seguir conservando sus comunidades, donde han desarrollado prácticamente toda una vida.
Sin embargo, paradójicamente en nuestra región ocurre al revés, nuestros pueblos ricos en historia y Patrimonio cada vez se convierten en caseríos abandonados, sus habitantes voluntariamente dejan los poblados para emigrar a las urbes en busca de nuevas y mejores oportunidades. O sea, mientras en el sur se combate para preservarlos, acá se deja a la suerte del tiempo.
En ese sentido, sabemos que muchos vecinos del interior aún mantienen contacto con sus comunidades de origen, muchos visitan los fines de semana y aún se realizan sus ceremonias religiosas, pero como dije, se visitan y ya no se habitan.
Requerimos un programa que reviva estos poblados, muchos tienen historia, cultura, paisajes altiplánicos únicos, termas, flora y fauna, es decir, una serie de potencialidades patrimoniales que se pueden aprovechar de modo turístico, pues muchos extranjeros que nos visitan son para conocer el interior y no necesariamente las playas de la zona.
Nuestro altiplano tiene parajes únicos en el mundo, sin embargo la soledad está cada vez más presente, recorrer alguno hoy es presenciar vestigios del actuar de burreros y de conductores de autos robados, ya que los utilizan de descanso y para pasar la noche, volviéndolos incluso inseguros, situación que se sobrepone al contexto histórico y cultural, se debe volver a enriquecer el interior.
La mayor potencialidad es turística y ganadera, pero se requiere trabajo mancomunado entre públicos y privados para lograr la sostenibilidad de los mismos, requerimos transformar la emigración de sus vecinos en inmigración, de modo que nuestro altiplano vuelva a tener vida y un acontecer patrimonial, pues el patrimonio no es solo una obra o fachada, sino el desarrollo de un vivir.
"Sabemos que muchos vecinos del interior aún mantienen contacto con sus comunidades de origen".
Bernardo Alcázar Salas,, presidente de la Cámara de la Construcción, Iquique"