Heroísmo: el palanquero Reyes
En las labores ferroviarias de Tarapacá salitrero se encuentra el peligroso trabajo del palanquero. En esos tiempos existían los ferrocarriles de la Nitrate Railways Co. Ltd. y los de Junin y Caleta Buena, después se agregó el de Iquique a Pintados.
El primero era el más importante, por lo tanto el que ocupaba más palanqueros.
Uno de estos hizo noticia en el año 1916 con motivo de un acto de heroísmo que salvó la vida de dos niños de morir arrollados por un tren de pasajeros que corría por la línea antes de llegar a Zapiga. El palanquero se llamaba Rafael Reyes.
Un diario iquiqueño da la noticia con el título "Acto de abnegación". Señala que su corresponsal viajero que venía en el tren presenció "un acto de abnegación", humanidad y heroísmo realizado por el palanquero de la máquina número 38".
Agrega: "En el corte de la oficina Compañía caminaba por la línea una boliviana que regresaba de vender su mercadería en la Compañía y traía de tiro un burro sobre el cual conducía a sus dos hijos de 5 y 3 años de edad".
Desde la máquina se observó a la mujer y a sus dos hijos que caminaban adelante, pero fue imposible detenerla por motivo de la difícil situación del citado corte.
Era inevitable una tragedia. Afortunadamente intervino el palanquero Reyes que "se fue sobre la máquina y tendiéndose en la parte delantera, al llegar donde iba el burro, sacó el cuerpo y levantó en sus brazos a los niños colocándolos en la máquina y salvándolos de una muerte segura", se refiere el diario, el que además informa que la mujer había salido de la línea pero olvidó a sus niños en esos momentos de pánico.
La única víctima fue el burro.
El palanquero fue muy felicitado por los pasajeros del tren. Este heroico trabajador entregó los niños a su madre que fue atendida por unos operarios de unas calicheras cercanas.
El diario solicitaba para él un "justo premio". Ignoro si la empresa recompensó a su trabajador.
Esta es una emocionante historia pampina cubierta por la camanchaca del olvido. Es un recuerdo de los palanqueros, entre los que se encontraba mi tío, José Aladino Velásquez Villaca.
Mario Zolezzi Velásquez