Guillermo Ossa: el médico filántropo de los pampinos
Fundó en 1906 el hospital del pueblo de Dolores para atender a los trabajadores accidentados. También fue uno de los creadores de la Sociedad Médica de Tarapacá.
En el cantón Santa Catalina de la Pampa Salitrera a principios del siglo XX tenía un reducido número de médicos que debían atender a cerca de 15 mil trabajadores.
Según relata la investigación del historiador iquiqueño Mario Zolezzi Velásquez, ese fue el contexto en el que llegó hasta este lugar el doctor Guillermo Ossa, quien fundó un pequeño hospital en el pueblo.
"Fue una verdadera bendición para los pampinos de este cantón. El doctor Ossa, quien tenía una gran sensibilidad social, observó la grave situación que sufrían los operarios accidentados en el distrito salitrero", recordó Zolezzi y añadió que en esa época, el hospital menos alejado del cantón estaba en Pisagua y, por ello, el trabajador debía ser transportado en tren y lamentablemente muchas veces fallecía al no llegar a tiempo.
Sumado a lo anterior, el hospital de Pisagua no contaba con los medios y la atención médica que se ofrecía en el centro médico de Iquique.
Hospital ambulancia
Una de las ideas del doctor Ossa fue la creación de un "hospital-ambulancia" que tenía como misión entregar una rápida y adecuada atención a los accidentados. Su iniciativa consistía en instalar una oficina central que recibiera el aviso de los accidentes laborales para que desde el "hospital ambulancia" partiera un equipo enfermero con su carro.
"Esta interesante proposición, como cualquiera a favor de los pampinos, quedó como una buena intención sin recibir atención de las autoridades, mientras seguían los accidentes en el cantón", contó el historiador.
No obstante, para el incansable doctor Ossa esta inquietud no quedaría en nada. Por ello decidió la construcción de un pequeño hospital en Dolores, un pueblo situado entre Zapiga y Santa Catalina.
"En 1906 se inauguró esta obra. El pueblo estaba de fiesta porque este hospital representaba la esperanza para los trabajadores accidentados", manifestó Zolezzi.
Este centro asistencial se convirtió en el primero y único que existió en la pampa y tenía la capacidad para cuarenta pacientes. Su atención era gratuita y solo se pagaba la alimentación, porque recibía una pequeña subvención.
"El doctor era además un médico que visitaba varias oficinas, entre ellas 'Camiña', 'Angela' y 'Hervatska'. Las visitas las hacía dos veces por semanas y sobre las causas de los frecuentes accidentes laborales se afirmaba que éstos se debían al estado de embriaguez y la imprevisión, además de causas fortuitas", refirió.
Según la investigación de Zolezzi la visita de una comisión parlamentaria a la pampa permitió al doctor Ossa redactar un informe que señalaba lo siguiente: "A fin de facilitar a la comisión el conocimiento de los beneficios ofrecidos por este pequeño hospital, voy a analizar las diferentes formas de los trabajos que ejecutan los obreros".
Así, los parlamentarios pudieron conocer los lamentables accidentes laborales y ver las dramáticas escenas de los pampinos hospitalizados en el centro de salud de Dolores.
Honores
Los vecinos de Dolores en 1915 vivieron momentos de emoción con motivo de la solemne ceremonia donde el hospital recibió el nombre de "Dr. Guillermo Ossa, quien había fallecido tiempo atrás. Otro de sus legados fue la fundación junto a otros colegas de la Sociedad Médica de Tarapaca en 1911.
"Más tarde, en 1918, este hospital hizo noticia luego de una acción criminal cuando una turba de la Liga Patriótica atracó y destrozó la botica y muebles de la casa del boticario porque éste era de nacionalidad peruana", recordó Zolezzi.
Ocaso
En 1926 en Dolores vivía el doctor Guillemo Ghiliotto, quien atendía en el hospital. Sin embargo el pueblo fue perdiendo su importancia por la progresiva decadencia salitrera.
"Con la paralización de la oficina salitrera en el cantón de Santa Catalina, Dolores pasó a ser menos relevante. Entre 1930 y 1933 hubo una crisis que dejó semi desolado el cantón", indicó.
Según Zolezzi, el antiguo diario "El Tarapacá", de 1932 informó que el hospital estaba "completamente en ruinas".
"Fue un triste final para la historia del doctor Ossa porque el fue un médico abnegado que fundó un hospital para atender como buen samaritano a los pampinos que tenían accidentes", expresó.
Para Zolezzi, "el futuro hospital de Alto Hospício debería llamarse "Dr. Guillerno Ossa" en mérito a los filantrópicos servicios que prestó en la pampa salitrera tarapaqueña.Sí hay justicia histórica, ese debiera ser el nombre", dijo el historiador local.
"El futuro hospital de Alto Hospicio debería llamarse Dr. Guillermo Ossa en mérito a sus filantrópicos servicios".
Mario Zolezzi Velásquez, historiador iquiqueño."