Comenzó rescate de golondrinas de mar
Según el SAG van 500 ejemplares devueltos a su hábitat natural. Asociación Kaitieki contabiliza hasta 25 ejemplares diarios que son liberados.
Entre marzo y junio, una gran cantidad de polluelos de golondrinas de mar pierden el rumbo en su vuelo desde sus nidos en la pampa hasta la costa, cayendo muchas de éstas en diversos puntos de Iquique y Alto Hospicio, ya que se desorientan con la luminosidad de las ciudades.
De esto fue testigo, Víctor Ramírez, quien la noche de este miércoles encontró una de estas aves en el patio de su casa. "Estaba en un tarro con agua sucia, que habíamos trapeado, estaba mojado, lo envolví en una polera y lo sequé", dijo el vecino, quien comenzó a averiguar por internet de qué se trataba. "No sabía qué era, mi pareja me decía- es un cuervo, pero por las patas de pato no podía ser", dijo el joven.
Finalmente contactaron al SAG y concretaron la entrega de este ejemplar juvenil.
Sag
Una situación que se registra todos los años, según explicó el encargado de Recursos Naturales Renovables del SAG, Vinko Malinarich, quien añadió que se trata de una especie en categoría de conservación en la Ley de Caza.
"El ciclo reproductivo de la golondrina habla de la postura de un nido en la pampa. Ellas pasan toda su vida en el mar, sin embargo bajan a tierra firme a la costa a poner sus nidos y lo hacen en la pampa detrás de la cordillera de la costa", comentó Malinarich.
El profesional agregó que, una vez que los polluelos rompen sus huevos se transforman en "juveniles" e instintivamente vuelan hacia el mar. "En ese viaje como lo realizan de noche, que es cuando más se activan, son atraídas por estos lugares donde presentan una cantidad de luz en algunos casos muy fuerte, llamativa que hacen que pierdan el rumbo y se acerquen a estos lugares y caen siendo presa fácil de perros u otras aves o de personas o vehículos entre otros", refirió el experto.
Rescate
A raíz de esta situación hace cerca de 4 años, se activa una coordinación con ONGs, agrupaciones animalistas y voluntarios, que trabajan en su rescate, quienes han sido instruidos por el SAG en el correcto tratamiento de esta especie, ya que muchas veces las personas con la intención de ayudar les provocan daño, al querer alimentarlas o liberarlas en zonas que no corresponden.
Una de las ONGs que participan en estas acciones es la Asociación Conservacionista Kaitieki, que trabaja en conjunto con la Sociedad Protectora de Animales y Arcam, se coordinan para ir a buscar a estos ejemplares.
Según detalló su presidenta, Bárbara Gajardo, durante esta época del año, son contactados constantemente por la desorientación de estas aves. "Si alguien llama, los vamos a buscar, tenemos un whatsapp donde está el SAG, los veterinarios del SAG, los voluntarios...hay también toda una coordinación con los edificios, con los hoteles", comentó la voluntaria, quien agregó que a diario se rescatan entre 10 a 25 golondrinas, recordando que el año pasado en un día liberaron 100 golondrinas que habían sido ubicadas en Collahuasi.
Por último entregó una serie de recomendaciones a las personas que encuentren alguna golondrina de mar negra o de collar.
Una de estas es que las guarden en una caja con ventilación, que nos las alimenten y que se contacten con el SAG o alguna de estas agrupaciones, otro consejo es no tratar de liberarlas sin los conocimientos necesarios.
Nidos
Según explicó el encargado de Recursos Naturales Renovables del SAG, Vinko Malinarich, poco a poco se ha reunido información sobre los sitios de nidificación de estas aves, lo cual permitirá articular los esfuerzos de mejor forma. Entre las zonas de nidificación se cuenta la isla de Chungungo, para la golondrina de mar chica; y de un pequeño lugar en Perú, para la golondrina de mar negra. En la Pampa de Camarones se han encontrado zonas de nidos de la golondrina de mar negra. En el caso de la golondrina de mar chica se han hallado desde Arica a Antofagasta.
25 golondrinas diarias es el máximo que ha contabilizado en un día la presidenta de Kaitieki.
4 meses se extiende este fenómeno donde las golondrinas caen en diversos puntos.