¡Arriba los gremios!
Será complejo para cualquier futuro gobierno, el conciliar los intereses de todos los sectores y, además, mantener un ambiente de independencia de sus poderes, recuperando las confianzas de la gente; más aun considerando que se enfrentan a un constante bombardeo mediático. Pero ya hace mucho tiempo que, en la planificación de políticas públicas, el Estado no siempre cuenta con el consenso de los grupos de interés, que forman parte de un "liderazgo político popular" cada vez más disperso.
Como gremio, vemos cómo le han dedicado tiempo en fortalecer la representación popular y la asociatividad; se gastan en el refinanciamiento de los partidos políticos y su refichaje; en la ampliación del número de diputados y senadores, en la titularidad sindical, y el surgimiento de nuevas y futuras autoridades regionales, entre otras. Según los "expertos", esto le hace bien a la democracia… pero qué se ha hecho por la transparencia?... estos cambios, ¿traerán de vuelta a las instituciones la ansiada confianza?
Además de la confianza, ¿qué hay del desarrollo económico? El entorno ha cambiado profundamente, y los gremios debemos cumplir con el irrenunciable rol de representar y defender los roles en el desarrollo económico de los asociados, buscando el fortalecimiento de las empresas, en su constante lucha por lograr su permanencia y la conquista de nuevos mercados. En este sentido "el Gremio" no debe ser identificado como empresas, sino algo más allá. Sobre todo que hoy, equivocadamente, se ha generalizado un concepto errado de la "empresa", y su visión no es de las mejores, asociándose a casos aislados de colusión y/o corrupción. Nuestro rol, como gremios, está en generar las condiciones y propiciar el crecimiento de aquellas, como también miramos con buenos ojos y patrocinamos el surgimiento de emprendedores que, en el futuro, se conviertan en empresarios. Actualmente, tenemos gremios a nivel nacional y a nivel regional, todos muy importantes desde el punto de vista político-económico, ya que agrupan a los sectores que aportan el grueso del desarrollo económico y productividad del país, es decir, impuestos para las obras del estado y trabajo para la gente.
"Equivocadamente, se ha generalizado un concepto errado de la "empresa"".
Leopoldo Bailac,, presidente Asociación de Industriales de Iquique y, El Tamarugal."