Abraham Sanhueza: "Los artistas locales no saben de gestión"
El director y creador del Festival Internacional de Teatro y Danza (Fintdaz), que ya vivió su décima versión, opinó sobre la falta de capacidad que tienen los jóvenes para poder visibilizar su trabajo, y también sobre la escena artística actual.
Nació en Santiago, pero a los ocho años llegó a Iquique para vivir en El Morro. En los liceos donde estudió fue incursionando primero en la escritura de poesía, ensayos y dramaturgia, hasta que un día conoció a la que sería su mentora. La directora de teatro Iris Di Caro fue quien inició a Abraham Sanhueza y lo motivó para que comenzara en el mundo del teatro, y fue así que ya contempla un currículum profesional que parte en 1985.
A través de esta experiencia fue que también creó la Compañía de Teatro Antifaz, la cual ya tiene 25 años de existencia y que hoy en día se dedica a producir el Fintdaz que ya cumplió diez años. Son estas razones por las que se convierte en un personaje que vive en primera persona, lo que sucede con la escena artística en Iquique.
- ¿Cómo fue ser actor en tu época y como es serlo en la actualidad?
- La diferencia es que el actor de mis tiempos, como yo me formé, con talleres y con grandes maestros que hemos tenido en esta ciudad como Guillermo Jorquera, Iván Vera Pinto o Sonia Castillo, uno va siendo un seguidor de ellos y aprende de lo que hacían en su época y en el fondo fue la escuela que uno tuvo. En cambio, en la actualidad el joven tiene mucho más acceso a becas que se pueden conseguir, yo sé de colegas que estudian carreras artísticas sin pagar ningún peso, y eso antes no sucedía. Ahora lo fome de estos años es que todo es proyecto, si quieres montar una obra, sacar adelante un festival o realizar una actividad artística y quieres hacerlo vía recursos, tienes que presentar un proyecto, y de repente en eso los artistas locales se quedan entrampados porque no tienen la capacidad de gestión para formular un proyecto, desconocen muchas cosas, de hecho se me acercan muchos jóvenes y me preguntan cómo lo pueden hacer. Hay mucha falencia en ese sentido, pero de que hay recursos para el arte los hay y hay que jugársela.
-¿Cómo es la escena artística actual en Iquique?
- Hay un movimiento artístico, no diría que fuerte, porque sería una mentira, no porque los artistas no quieran hacerlo, sino porque las condiciones que tiene esta ciudad en estos momentos para desarrollar actividades de esta envergadura son muy precarias y limitantes por la falta de salas, que es la mayor falencia, porque si te demoras tres meses en producir una obra de teatro, después te encuentras con el problema de dónde la presentas, y el cierre del Teatro Municipal afectó más a los artistas de danza porque necesitan un buen suelo para desenvolverse y no pueden estar en un espacio muy reducido.
Además, de repente hay jóvenes que están desencantados con la política cultural. Me han podido plantear sus necesidades e inquietudes y también su desconocimiento porque no saben de gestión, porque ellos se dedican a la creación, pero no a gestionar y es su gran falencia, son muy pocos los que logran eso.
- ¿Cómo deben actuar los artistas jóvenes para poder surgir?
- En este mundo tan globalizado si tú no muestras o haces público lo que realizas, vas a terminar ahí en el anonimato y tocando para ti mismo y nadie va a saber lo que tú hiciste, entonces es importante la visibilidad, que tengas capacidad de gestión y perseverancia, porque esto no es fácil.
- ¿Cómo surgió la idea de hacer un festival?
Un día me nació la idea, la verdad es que no sé por qué, pero desde ahí intenté tres veces hacerlo y no lo logré. Al tercer intento que fallé pensé que ya no podíamos seguir así, no teníamos ningún peso, pero yo sentía que debíamos hacerlo porque si no dábamos ese paso nunca íbamos a poder empezar Fintdaz, entonces comencé a golpear puertas, en la mayoría me fue mal y la municipalidad se cuadró esa vez con un aporte muy bajo, pero era lo que había y por lo menos teníamos dónde agarrarnos y darle el vamos al festival. Quizás mi error fue haber pensado muy en grande porque fue así como pensé el festival y siempre he soñado que tiene que seguir creciendo.
Los primeros años para mi fueron muy difíciles, de hecho muchas veces me tocó llorar de impotencia porque yo quería dar más, pero no podíamos, entonces nos tocó muchas discusiones y peleas con los artistas porque no entendía por qué no ocupábamos el teatro y era porque no teníamos los recursos para poder contratar una productora que nos pusiera la implementación, entonces con los artistas juntábamos un par de tachos y armábamos una parrilla con torres, muy sencilla, y así le fuimos dando cuerpo y me siento orgulloso de lo que hemos logrado.
Han sido muchos años de trabajo y sacrificio de uno, porque no es que me esté tirando flores, pero yo dejo los pies en la calle por el festival, no he ganado económicamente con el festival porque todo lo que se ha ganado se invierte.
Abraham Sanhueza"
"Las condiciones que tiene esta ciudad son precarias"