En 1899 comenzó la guerra civil en Colombia, la que se extendió hasta 1902, siendo sostenida por los conservadores y liberales. A principios de ese año el vapor chileno "Lautaro" arribaba al puerto de Panamá. La sangrienta contienda fraticida también se desarrollaba en el Istmo que pertenecía a Colombia, donde se construía el canal por una compañía francesa. El buque nacional fue tomado a la fuerza por el gobernador de Panamá para utilizarlo contra los revolucionarios. En la lucha naval entre ambos bandos el "Lautaro" resultó hundido, originándose un conflicto entre Chile y Colombia por este grave acontecimiento, exigiéndose una fuerte indemnización. Finalmente se llegó a un satisfactorio acuerdo reparatorio.

El "Lautaro" en su viaje al norte había tocado Iquique el 2 de enero de 1902. Llevaba a bordo 400 y tantos marinos que iban al puerto de Panamá (en el Pacífico) para allí tomar el ferrocarril que los transportaría hasta Colón (en el Atlántico), donde se embarcarían en un vapor rumbo a Europa con el fin de traer al país los nuevos buques para la Armada.

Se creía que el vapor podría traer armas para los revolucionarios. En general Alban, gobernador de Panamá, ordenó su allanamiento sin hallarse éstas. Un oficial del "Lautaro" después informó que ese general colombiano les ofreció que prestaran servicio a ese país con doble sueldo al que les pagaba la compañía naviera, anticipándoles un mes de sus remuneraciones, pero no aceptaron y abandonaron el buque. Por su parte el gerente de esta empresa afirmó que el gobierno de Colombia quiso comprar o arrendar el "Lautaro", propuesta que no se aceptó, derivando en la amenaza de quitarle el vapor.

La nave ya con bandera colombiana fue artillada. El general Alban se apoderó del agua, carbón y víveres abordo. No pudo reclutar gente competente para tripularla. Quedó inmovilizada en el fondeadero. Era un magnífico blanco para los revolucionarios. Es así como el buque "General Padilla" comenzó a cañonearlo, haciendo impactos en el "Lautaro", muriendo el general Alban y varios tripulantes, los otros abandonaron el buque que se incendiaba y con vía de agua, el que finalmente se hundió. Los náufragos fueron salvados por botes del vapor chileno "Loa" y de un crucero estadounidense.

El hundimiento del "Lautaro" causó expectación en Chile. La CSAV se colocó bajo el amparo de la diplomacia chilena. Se iniciaron las conversaciones con el gobierno de Colombia. Chile mandó el crucero "Pinto" a Panamá, el que se encontraba hacía tres semanas anclado en la bahía de Iquique, con la misión de defender los intereses nacionales en el Istmo "donde impera la voluntad de los Estados Unidos", refiere un diario Local. A principios de 1903 se llegó al acuerdo del caso "Lautaro". Mediante un protocolo chileno-colombiano, se acordó una indemnización de 60 mil libras esterlinas.

Mario Zolezzi Velásquez.