Carlos Luz Aguilera
Alas 7:40 horas de la mañana y con algunos grados bajo cero, en un minibús y escoltados por seis camionetas de la PDI, llegaron al complejo fronterizo de Colchane los nueve bolivianos condenados por robo con intimidación y contrabando -los dos militares además fueron declarados culpables por porte ilegal de armas- para ser liberados por la policía en la entrada a su país en Pisiga, tras concretarse el pago de la multa de más de 32 millones de pesos.
Antes de ser expulsados de Chile, los nueve funcionarios de Bolivia fueron enfilados para que realizaran su último trámite en el Servicio de Aduanas en el complejo de Colchane, siendo acompañados cada uno por un policía vestido de negro del Departamento de Extranjería y Policía Internacional de Iquique.
Pasados unos 20 minutos, los siete aduaneros y dos militares fueron trasladados en unos vehículos a la puerta de ingreso a Bolivia, donde eran esperados por sus familiares emocionados: padres, hermanos, parejas, entre otros parientes que se mezclaban entre un sinnúmero de medios de prensa de Bolivia y Chile.
Uno de los más emocionados por encontrarse con su mamá fue el aduanero Juan José Torres, quien, ante el asedio de los periodistas y camarógrafos, expresó públicamente lo mucho que la echó de menos: "La quiero mucho, es un sentimiento que no puedo expresar con palabras", confesó entre lágrimas. Sobre su estadía en el centro penitenciario respondió lo siguiente: "Fue lo peor, no se lo deseo a nadie".
Luego de los abrazos, los altiplánicos se sometieron a un procedimiento rutinario esta vez en su país, y en cosas de minutos ya estaban en un bus junto a sus familiares y autoridades bolivianas, como el cónsul de Bolivia en Iquique, Esteban Catarina, y la viceministra de Gestión Institucional y Consular, Carmen Almendras, con dirección a la ciudad de La Paz. En el camino se detuvieron a tomar desayuno.
En la capital, el mandatario Evo Morales los recibió en el Palacio de Gobierno, mejor conocido como Quemado, para felicitarlos por los servicios prestados al país. El presidente los llamó "mártires de la reivindicación marítima".
Sentencia
El martes 20 de junio, la magistrado Isabel Peña Cifuentes del tribunal de Pozo Almonte declaró culpable a los nueve bolivianos por los delitos de robo con intimidación y contrabando en desmedro de dos camioneros chilenos en el sector de Tulapampa. A los dos militares les sumó el porte ilegal de armas.
Sin embargo, la jueza de garantía les sustituyó el cumplimiento de las penas de presidio por la expulsión del país, en parte por sus conductas irreprochables anteriores.
20 minutos aproximados estuvieron los condenados en el complejo fronterizo de Colchane.
7:40 horas de ayer llegaron al control aduanero para concretar su expulsión de Chile.
900 metros cuadrados fueron entregados a la asociación indígena dela caleta.