Un aborto es un crimen contra un ser indefenso, siempre será un crimen. El Papa Juan Pablo II, hoy santo, estuvo en el mundo porque su madre se negó a abortar. Si esta madre hubiera decidido lo que tantas otras, la pérdida de este hombre sería de repercusión universal. Su madre se encontraba enferma, por lo que su embarazo afectaba negativamente su estado de salud. Por este motivo los médicos le recomendaron "interrumpir el embarazo". Pese a ello la madre del futuro Papa se negó a abortar y, dispuesta a sacrificar la vida por el hijo, se arriesgó y dio a luz. El niño nació sano. Esto nos hace pensar cuántos seres humanos potencialmente creadores de bien y santos como el Papa habrán sido abortados desde que las leyes inicuas entraron en vigor dando paso libre a crímenes tan horrendos.
Ruidos molestos
Quisiera exponer una situación que se está repitiendo hace mucho. Hace un par de meses se mandó una carta a su distinguido diario para comentarles que en Tarapacá, entre 21 de mayo y 12 de febrero, hay un galpón donde frecuentemente se hacían fiestas con orquesta incluida. Quizás las autoridades de la ciudad leyeron esta denuncia y gracias a Dios hubo una solución. Por dos meses reinó la paz en el barrio, pero desde el 14 de julio del presente año, han vuelto con sus fiestas.
El gran problema es que esta gente ameniza sus fiestas con orquestas en vivo, sin respeto a nosotros los adultos mayores que vivimos en el barrio desde hace muchísimos años.
En la oportunidad les comentamos que muchos fines de semana tenemos que irnos a casa de familias a pernoctar o bien tomar pastillas para dormir para poder descansar. Lo lamentable que hemos vuelto a hacerlo, ya que también al salir del galpón se forman unas peleas horribles.
Hemos llamado a inspectores municipales, recibiendo de respuesta que ellos no van ya que pueden ser agredidos o que no hay inspectores por ruidos molestos y que llamemos a Carabineros. Como comprenderán llamar a Carabineros es muy difícil que nos atiendan ya que le dan prioridad a los procedimientos que en esos momentos están en curso.
Muchos estamos pensando en emigrar de nuestro querido barrio y dejar nuestra amada ciudad con el dolor que significa dejar la tierra donde naciste, pero es imposible descansar y menos tratar de dormir una siesta el día viernes, sábado o domingo, ya que estas personas empiezan con su bulla por lo general a las 15 horas, terminando un día sábado a las 7 y vuelta a las 15, y hasta el domingo, y así sucesivamente. Solo queremos que las autoridades hagan algo por nosotros y por este barrio residencial que por muchos años solo supo de paz, pero hoy la paz ya no existe.
Yolanda Castro Castro
Javier Ortega