La descentralización regional
Al escuchar informaciones sobre el Transantiago, tratar el tema de la carencia de centros de salud o falta de oferta en materia educacional de inmediato surge de manera sentida en la región la palabra centralismo.
Muy legítimas aseveraciones al considerar la enorme desigualdad en recursos que se invierten en la capital del país en relación al monto que se distribuye entre el resto de las regiones del país.
Pero más allá de ello, destaca que en Tarapacá se vive el mismo fenómeno en relación a la capital regional y el resto de las comunas que la integran.
Es así, que en los últimos cuatro años, solo en Iquique se han invertido más de 54 mil millones de pesos, con fondos públicos, para concretar gran cantidad de iniciativas en distintos ámbitos. La cifra es significativa si consideramos que en el mismo periodo de tiempo se otorgaron fondos por algo más de $21 mil millones para las cinco comunas que componen la Provincia del Tamarugal.
Es entonces, cuando las mismas críticas que se hacen a Santiago, resuenan desde el interior de Tarapacá y, por mera lógica, no es posible dejar de reconocer que tienen asidero.
La brecha es mayor al considerar los recursos entregados a Alto Hospicio, el segundo polo de población, que recibió cerca de 18 mil millones de la moneda nacional.
Los recursos están concentrados en la Provincia de Iquique y con ello, las comunas del interior han visto como temas tan importantes como la falta de servicios básicos y la falta de proyectos que generen empleo que requiera de mano de obra local, comienzan a ser un factor en el despoblamiento.
El desafío está en poder mejorar las condiciones para que los habitantes del Tamarugal puedan conseguir mayores recursos y con ello mejorar su calidad de vida. Para ello, es vital tomar medidas que permitan la generación de más y mejores proyectos, además de avanzar en demandas que por años les afectan, en materias como alcantarillado y electricidad, a manera de ejemplo.
Los consejeros regionales han dicho que en el actual periodo ha subido el aporte y ello es positivo, pero sin duda existe una deuda que aún falta mucho por subsanar.
"El desafío está en poder mejorar las condiciones para que los habitantes del Tamarugal puedan conseguir mayores recursos".