Profesores y alumnos de Victoria se resisten a olvidar su escuela N° 51
El 5 de agosto los exalumnos realizarán un homenaje a sus maestros con la inauguración de un monolito en la salitrera.
¡Ciudadanos!, ¿qué nos une en este instante, quién nos llama, encendidas las pupilas y frenéticas las manos?, ¿a qué viene ese clamor que por el aire se derrama y retumba en el confín? No es el trueno del cañón, no es el canto del clarín. Es el épico estandarte, es la espléndida oriflama, es el patio pabellón que halla en cada ciudadano un paladín. ¡Oh, bandera!, querida, la sin mancha, la primera entre todas las que he visto (...)
Estas son las primeras palabras de un extracto de la poesía "Al pie de la bandera", del poeta Víctor Domingo Silva, que recitará la profesora normalista Victorina Muñoz Rivera, de 90 años, el sábado próximo 5 de agosto en un homenaje a 61 profesores de la escuela de hombres N° 51 de la oficina salitrera Victoria, donde la docente fue la última directora de este establecimiento, que resiste ser olvidado por sus alumnos y docentes.
"Decidí recitar este poema porque todos somos chilenos, y todos los que vivimos en la pampa tuvimos una consigna: trabajar y hacer patria con las manos, hicimos patria con el esfuerzo para que nuestros hijos fueran mejores (...) El pampino trabajaba con sudor y sangre, arañaba la tierra y ganaba una miseria", dice con fuerza Muñoz, quien después de mucho tiempo volverá a pisar su salitrera querida este fin de semana. Eso sí, con algo de preocupación (...)
"La última vez que fui me enfermé y los médicos me dijeron que no debía volver a las ruinas, pero lo que queda de Victoria no son ruinas para mí, para mí fue la vida misma (…) Aquella vez fui a visitar mi casa, de la que hoy no queda nada, y me puso muy nerviosa ver cómo estaba", recuerda Muñoz, quien esta vez estará acompañada de algunos de sus exalumnos victorianos, quienes en la actividad de este sábado inaugurarán un monolito de granito que será instalado donde antes se ubicaba la entrada del colegio e incluirá dos placas de mármol con los nombres de 61 profesores, incluyendo el de Muñoz Rivera y de Gustavo Soto Arancibia, conocido como el maestro de los maestros de Victoria. Su hijo, Gustavo Soto Bringas, quien hoy es el rector de la Unap, estará presente en la actividad.
Gestores
En marzo de este año, un grupo de seis pampinos, quienes vivieron gran parte de su infancia y adolescencia en esta oficina de llanuras desérticas, hoy se reúnen para reivindicar la memoria histórica de su salitrera. "Nosotros nos dimos cuenta de que como victorianos nos robaron todo, nos robaron la identidad. No hay un palo sobre otro palo en Victoria. Lo que hay ahora es solamente leña amontonada", dice Carlos Morales, uno de los organizadores de este acto y director de la Escuela Moderna de las Artes y las Comunicaciones de la Unap.
Sus sueños como grupo, en tanto, que hoy son alrededor de 20 personas, son gigantescos, cuenta Morales: "Queremos levantar Victoria entera, para que se convierta en un lugar donde puedas visitar tu historia. Es un sueño tan loco".
Con este primer reconocimiento a sus profesores de la escuela 51 empiezan a cumplir sus propósitos. "Nuestra segunda meta es realizar un homenaje a los maestros del colegio de mujeres N°44 y quedará pendiente, además, el reconocimiento al Liceo, y a las escuelas de la exoficina Alianza", adelanta Morales.
Las palabras de agradecimiento de Morales a sus enseñadores son infinitas: "Nosotros somos producto de su labor abnegada, apostólica, de cómo trabajar en la pampa donde nada había, donde solo teníamos un sol quemante de 40 a 45 grados, y temperaturas bajo cero en la noche y en la madrugada; ahí, en ese espacio, está la pampa salitrera y ahí se hizo patria, pero hoy solo somos una anécdota, nada más (...) Entonces, había que hacer al menos un homenaje de justicia".
Momentos
El acto, que será apoyado por los municipios de Iquique y Pozo Almonte, y del Consejo de la Cultura y de la Universidad Arturo Prat, comenzará a las 11 de la mañana y se dividirá en tres partes. Una de ellas será el discurso de tres maestros, de Ronny Velásquez, quien propuso realizar este acto de honor, Gilberto Vigueras y Victorina Muñoz. Después se realizará la bendición del monolito a cargo de un sacerdote jesuita. Por último, los homenajeados que estén presentes recibirán un galvano por parte de los organizadores.
En la tarde de ese sábado, antes de que anochezca, los organizadores piensan que terminará la actividad, momento en que cada asistente abordará un vehículo y regresará de vuelta a casa. Sin embargo, persistirá la ilusión en ellos de que volverán a estar presentes en esta olvidada parte de Tarapacá.
"Cuando camino por la calle, lo más hermoso que he tenido es que los alumnos jamás me han desconocido y siempre me demuestran su cariño sincero. Eso sí, tengo que confesar que los varones son más afectuosos y olvidan menos a sus profesores que las damas. El chiquillo nunca se olvida de su maestro", dice la última directora de la escuela N°51, a quien a ratos durante la conversación sus ojos azules brillaban por recordar su pampa.
"El pampino trabajaba con sudor y sangre, arañaba la tierra y ganaba una miseria".
Victorina Muñoz Rivera,, última directora de la escuela de hombres N°51 de Victoria."
"Nosotros somos producto de su labor abnegada y apostólica (como profesor)".
Carlos Morales,, exalumno de la escuela N°51 y académico de la Universidad Arturo Prat."