Mauricio Torres Paredes
Diez casos sociosanitarios de los 54 a los 93 años de edad, atiende el hospital regional de Iquique Ernesto Torres Galdames. A julio de este año, y según información de la Unidad de Gestión de Camas del hospital, dos de los pacientes corresponden a personas en situación de calle, sin embargo, ninguno de los diez casos tiene redes de apoyo, por lo que quedan a cargo del recinto a través de la Unidad de Cirugía y Medicina, donde cuentan con visita médica.
Sin embargo, desde el centro asistencial reconocen que existe un desafío a la hora de buscar un lugar para trasladarlos, ya que cada paciente tiene un costo de atención de 150 mil pesos diarios.
"Hemos realizado diferentes trámites judiciales, pero sin resultados favorables cuando los familiares no logran hacerse cargo de los adultos mayores. Es por eso que el hospital se hace cargo de los cuidados complejos. No podemos derivarlos a otro lugar porque no existen sitios donde puedan aceptar la condición de estos pacientes", dijo el director del hospital, doctor Aldo Cañete.
Cuando los pacientes no son postrados y no requieren una hospitalización extensa, se logra realizar un trabajo con el Hogar de Cristo y el hogar Águilas Blancas, no obstante, indica el hospital, ninguno tiene las condiciones apropiadas. Incluso a veces no hay cupos.
El problema implica que el paciente más antiguo lleve cinco años en el recinto.
Postulaciones
Desde el Servicio Nacional del Adulto Mayor, su coordinadora regional Natalia Rojas, explicó que se necesitan ciertos antecedentes para "institucionalizar" a los adultos mayores (ingresarlos a un hogar).
"Los adultos mayores ahora en situación de abandono en el hospital, lo están porque el hospital no nos ha dado los antecedentes para poder postularlos", argumentó.
Rojas reconoció que cuando no hay cupos en Iquique, pueden derivarse a otros centros del país, de preferencia en Arica y Antofagasta como ciudades más cercanas, o Santiago, aunque en casos graves se envían a las plazas disponibles de cualquier hogar a nivel nacional.
"Hay algunos adultos mayores prefieren quedarse en Iquique, y esperamos que se abra un cupo. Ellos deben querer institucionalizarse, pues no es obligatorio. Son sujetos de derecho", dijo la coordinadora, quien espera colocar la primera piedra del anunciado centro de larga estadía de Pozo Almonte en enero o febrero de 2018, establecimiento que tendría una capacidad para 70 personas.
Asimismo, Rojas explicó que entre los antecedentes para el traslado se requiere la cédula de identidad, un certificado de la pensión básica solidaria, una ficha médica, y un tutor, aunque estén justamente en abandono. "Las tutoras son en su mayoría las trabajadoras sociales. Hay casos en que el tutor es el doctor", manifestó la jefa regional de Senama Tarapacá.
Familiares
La seremi de Desarrollo Social agregó que "no obstante el esfuerzo gubernamental, hacemos hincapié en la necesidad de que la familia se responsabilice y realice los cuidados a estas personas", no autovalentes y con patologías.
El centro de Pozo Almonte tendría 2.617 metros cuadrados con 35 dormitorios para mayores de 60 años, demandará 2.700 millones de pesos y tendrá una vida útil de 20 años. En mayo consiguió la rentabilidad social.
Solidaridad
Margarita Soto, presidenta de la Unión Comunal "Un Porvenir Mejor para el Adulto Mayor" de Iquique, reconoció que falta solidaridad entre quienes son autovalentes y los que están postrados, aunque expresó que se aporta con pañales, útiles de aseo y alimentos no perecibles: "Sabemos que no hay cupos para quienes requieren con urgencia estar en un asilo. Lo ideal sería tener más hogares de larga estadía, porque ahí quedan los adultos mayores de por vida. Senama prometió hace muchos años una casa de reposo, pero nunca se concretó".