Los 60 años de los Servidores de San Lorenzo
Cada uno de ellos está cumpliendo su labor, porque de alguna manera sintieron que el patrono de los diáconos, comerciantes y transportistas los llamó a estar con él.
Lo primero es tener fe, luego tener a San Lorenzo y trabajar por él. Son parte de los requisitos fundamentales para convertirse en un "Servidor de San Lorenzo".
Hoy, en la víspera de la celebración de su santo patrono, el grupo, hoy conformado por 60 personas, también tendrá un momento para celebrar sus 60 años de existencia.
Gladys Albarracín, tarapaqueña fundadora de este grupo, cuenta que toda su vida ha estado ligada al "Lolo de Tarapacá", porque su madre era comerciante e iba al pueblo para la celebración del santo, pero más especialmente, cuando a los 17 años ingresó al templo del pueblo y vio a una abuelita que con esmero arreglaba la imagen y ella quiso ayudarla.
"Yo miraba y miraba a San Lorenzo y entonces veo a la abuelita, Benedicta Rivera, y le digo: '¿señora, le ayudo?', y me dice '¡ya ayúdame!' Parece que alguien la iluminó y le dijo esta mujer va a ser tu sucesora", cuenta emocionada.
Gladys Albarracín reconoce que todo lo que sabe respecto a cómo vestir al santo, a la virgen y al niño Jesús, lo aprendió de ella.
"Ella me decía yo me voy a morir y tú te vas a quedar aquí, y me enseñó todo", cuenta.
Levantar la iglesia
La fundadora de la agrupación cuenta que al principio no tenían luz y se quemó la iglesia, pero no importaba, porque la fiesta seguía ya que los pampinos estaban llegando al pueblo.
"Entonces nos subimos a una escalera de tijeras y con un pie arriba y otro abajo empezamos a limpiar al santo para que lo pudieran ver", recuerda.
En esa ocasión estuvo preocupada porque no tenían templo, pero tampoco habían recursos para levantarlo. Entonces, junto a su esposo, Fermín Méndez, lideraron la reconstrucción de la iglesia de Tarapacá.
"Molesté tanto, que mi esposo me dijo: '¡levantemos la iglesia, yo te ayudo!'. No teníamos plata y pusimos nuestra casa y nuestro auto de aval. Entonces la gente que nos apoyó nos dijo ¡San Lorenzo los va ayudar! y justamente pusimos la cuenta en honor al santo y la gente depositaba y logramos levantar el templo", cuenta orgullosa.
Esa vez, salieron 3 veces de peregrinación con el santo, y cada vez traían mas seguidores para el "Lolito", entre ellos de María Elena y Tocopilla.
"Levantamos el templo y en 5 minutos se nos cayó la iglesia con el terremoto. La gente vino a ayudar y ahí pudimos salvar a los apóstoles y a San Lorenzo", relata.
Nuevas generaciones
Fabián Cárcamo, es otro de los Servidores de San Lorenzo, el este año cumple 28 años en la agrupación y llegó a ésta luego de terminar su promesa en la diablada Devotos de San Lorenzo.
"Me integré a los Servidores porque el santo se me apareció en mi hogar, fue una cosa hermosa, y para mí era como un signo que me llamaba y los fundadores me acogieron", recuerda.
Según relata Fabián, a sus 13 años San Lorenzo le habló: "Mis papás sufrían de una enfermedad y le pedimos tanto, y él me dijo que ellos iban a estar bien y que siempre y iba a estar con nosotros", señala.
Para Fabián lo que viene es seguir sirviéndole a su patrono y respetar las tradiciones del pueblo, que fueron los que le dieron origen a esta celebración.
"Hace poco los antiguos volvimos porque nos sentíamos un poco abandonados por la otra administración (que asumió una vez que la iglesia se hizo cargo), pero nunca dejamos de venir, siempre estábamos con San Lorenzo", precisa el devoto.
"Mi esposo me dijo ¡levantemos la iglesia, yo te ayudo! No teníamos plata y pusimos nuestra casa y auto de aval".
Gladys Albarracín,, fundadora de Servidores de, San Lorenzo de Tarapacá."