"Cómo no voy a estar bien si soy iquiqueña! Familia querida vivo y coleo y guardo otro terremoto más en la experiencia", fueron las primeras palabras que escribió ayer en redes sociales la periodista Carla Suazo, para dejar tranquilos a familiares y amigos, quienes se enteraban del sismo 8,2 grados Richter en Chiapas, estado de México donde actualmente reside la iquiqueña.
El reporte de las autoridades es que existen al menos 58 muertos y más de 200 heridos tras el terremoto que el jueves por la noche sacudió al sur de ese país.
Carla Suazo, quien vive en la ciudad de San Cristóbal, una zona interior de Chiapas, explicó que "fue parecido al último que viví en Iquique, cuando sabes que no es un simple temblor porque te cuesta caminar y parece que no termina nunca".
La periodista explica que el sismo se prolongó por cerca de un minuto y la encontró en el patio de la hostal donde se aloja, donde conversaba con algunos turistas. "Vimos en el cielo dos relámpagos increíbles, como estaba nublado creí que eran rayos, pero no. Después supe que era un efecto medio apocalíptico que ocurre con el choque de las placas o algo así".
Explicó que en Chiapas no están acostumbrados a los sismos. "Estaban en silencio absoluto, tan asustados que no hablaban. Al último cuando ya se puso fuerte se escucharon algunos gritos. En las calle , de varias casas se cayeron los tejados, y de lo alto de las iglesias se cayeron algunos pedazos de los santos y ángeles que están ahí desde el siglo XVI", aseguró.
El hecho de que los sismos no estén en su cultura arraigados, según la periodista, hacía que las personas no supieran qué hacer. "Se vieron personas en pijama en la calle que solo se miraban asombrados".
Si bien Carla reconoce que el terremoto no fue tan devastador como en las costa del estado de Chiapas, desde las iglesias se escuchaba por altoparlante los llamados "alerta sísmica que daban mucho miedo igual que las de Iquique".
Autoridades
El sismo fue calificado por el presidente Enrique Peña Nieto como el "mayor (sismo) que se haya registrado en nuestro país en, al menos, los últimos cien años".
Más de 200 réplicas se registraron ayer tras el terremoto, la mayor de 6,1 grados Richter.
Las víctimas se habían concentrado hasta ayer en Oaxaca, seguidas por Chiapas y Tabasco. Uno de los poblados más afectados fue Juchitán, en Oaxaca, donde el edificio de gobierno, la escuela y la iglesia quedaron en el suelo, y personas fueron enterradas vivas.