Aduana y el patrimonio
Conciencia patrimonial es el concepto clave que permite vincular el pasado y el futuro de un pueblo. Y, si esa conciencia patrimonial trasciende nuestras fronteras, sin dudas, estamos frente a un pueblo culturalmente desarrollado, porque son los valores los pilares fundamentales sobre los que se sostiene una sociedad educada y con instituciones sólidas.
Fui testigo la semana pasada de la entrega de 708 piezas patrimoniales, que incluían artefactos precolombinos de gran valor arqueológico y fósiles, algunos de más de 400 millones de años de antigüedad, por parte de la Aduana de Chile a la Cancillería del Perú. Más allá que exista un convenio en esta materia que data de 1978, los funcionarios de la Aduana de Chacalluta, entre otras, realizan una labor que trasciende lo estrictamente técnico y profesional, para involucrar a la persona en su integridad; porque sería inútil todo plan integrado de fiscalización patrimonial si no existiera plena conciencia de la importancia de evitar que los bienes culturales sean transformados en un comercio ilícito. La acción de estos funcionarios y de su institución es particularmente destacable, porque están protegiendo el patrimonio cultural de cualquier país y no solo del nuestro. Por cierto, es Perú el más beneficiado por esta labor realizada, porque es bien conocido el gran patrimonio cultural del país vecino, en especial del periodo precolombino.
El director Nacional de Aduanas, Claudio Sepúlveda Valenzuela, señaló que "proteger los bienes patrimoniales de Chile y de países vecinos, es tan importante como cobrar los impuestos y aranceles". Si tenemos una mirada de largo plazo, en realidad, es más importante. Tiene motivos este director de estar orgulloso.
Una tarea fundamental -en este proceso de rescate y reconocimiento de los bienes requisados por Aduana- tiene la universidad de Tarapacá, pues son sus académicos especialistas a quienes les corresponde realizar el peritaje para establecer la procedencia y el valor patrimonial de las piezas. Una mención especial para el Museo de Azapa y su director, el profesor Héctor González Cortez, iquiqueño de nacimiento.
La Aduana de Chile está a la altura de los acuerdos internacionales, como la convención sobre patrimonio de la Unesco de 1972. Las aduanas no tienen por misión solamente el control de pasajeros, inmigrantes, contrabandos y un largo etcétera, también son la medida cultural de un pueblo en las puertas de entrada al país.
"Sin lugar a duda, la Aduana de Chile está a la altura de los acuerdos internacionales".
Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia 2014"