Más inversiones para el futuro
¿Qué es primero, el huevo o la gallina? Es lo que siempre se pregunta uno respecto a los proyectos, sobre todo en regiones. Esto porque la determinación de invertir dinero en cualquier iniciativa estatal, ya sea rural o urbana, se debería definir teniendo al menos tres ámbitos en consideración: el económico, el social y el financiero. Y a estos factores hay que agregar otros aspectos que han tomado fuerza últimamente, como la necesaria sustentabilidad y el respeto a los pueblo originarios.
Está claro que hay que priorizar los recursos, pero hay que hacerlo teniendo una visión de futuro, sobre todo en una región fronteriza y estratégica como la nuestra.
Esto es lo que traba, en ocasiones, muchas iniciativas en sus etapas iniciales, ya que la pregunta tiende a ser "a cuánta gente afectará finalmente", lo que hace que se destinen recursos a proyectos con "mayor impacto social".
La Provincia del Tamarugal tiene cerca de 15 mil habitantes -según cifras aportadas por el INE-, lo cual la convierte en una de las menos pobladas del país, haciendo muy improbable que se priorice a la hora de destinar recursos, pese a las innumerables necesidades que tienen las localidades del interior, como el constante despoblamiento que está ocurriendo en sectores muy ricos en tradiciones, historia, atractivos naturales y valor arqueológico. En este contexto, lo que más ha sufrido el impacto es la agricultura, debido a que cada día son menos las personas de las nuevas generaciones que la continúan y no siempre, como se intenta hacer creer, debido al factor hídrico.
Las compañías mineras han hecho esfuerzos al respecto, con constantes proyectos agrícolas y sociales, pero lamentablemente deben lidiar con el estigma social que se les ha colgado, de forma errónea e injustificada.
Entonces surge necesariamente una nueva pregunta: ¿cómo desarrollamos este tipo de comunidades, si su demografía no las hace atractivas para la inversión pública? Hoy vemos cómo algunas iniciativas en materia de infraestructura son trancadas por esta razón, sin la necesaria visión de futuro de algunos encargados de tomar la decisión.
Colchane, Pica, Mamiña, Tarapacá, Huatacondo, Pintados, Pisagua, entre otros parajes preciosos del Tamarugal, tienen tanto o más potencial que San Pedro de Atacama en cuanto a turismo se refiere.
Independiente del mal entendido "impacto social", la invitación es a invertir pensando en el futuro… Invertir en nuestra región y su gente.
"Lo que más ha sufrido el impacto es la agricultura".
Leopoldo Bailac, presidente de la Asociación de Industriales de Iquique y el Tamarugal."