A una semana de iniciarse el periodo de campañas eleccionarias, hemos sido testigos de una serie de controversias, por las propuestas que hacen distintos candidatos, buscando cautivar a nuevos y antiguos electores.
Estas iniciativas, muchas veces invalidan el trabajo, que distintos actores regionales, de manera sistemática y progresiva, han buscado articular, para otorgar una solución a ámbitos de política pública, que revisten de una complejidad y mayor profundidad.
Creemos que como Universidad Pública, Regional y Transfronteriza y parafraseando al sociólogo Jürgen Habermas en su Teoría de la Acción Comunicativa, las propuestas deben otorgarse en una discusión pública, que en un marco de consenso, permitan fortalecer el acuerdo y la cooperación, alcanzando así la superación de los conflictos sociales, en un contexto de respeto, en formas y lenguaje.
De esta forma, todos como ciudadanos, podremos impulsar un sistema más competitivo y representativo. En su libro "La Poliarquía: participación y oposición", Robert Dahl precisa que las democracias se fortalecen, cuando los políticos buscan el apoyo de los grupos, que gradualmente, van ganando acceso a la vida política y responden de maneras muy diversas a las nuevas oportunidades de participación y de debate público. Agrega a esto que "las consecuencias que acompañan a las formas de gobierno con umbrales de participación y debate público muy bajo, son desgraciadamente, oscuras".
Como Universidad Pública, nos cabe el rol principal de ser los generadores de una opinión pública, que medie entre el conocimiento científico y el sentido común, para así fomentar a la creación de una cultura cívica responsable.
En perspectiva, lo que establecía hace ya tiempo en su obra "El autor como productor", Walter Benjamin, el escritor, debe actuar no solo como un sujeto ideológico, sino como un productor, que permita fortalecer los cambios en un espacio social que demanda de diálogo y cruce de ideas.
Como un centro de estudio superior y regional, la responsabilidad, está en cumplir un rol activo, como productor de conocimientos, que permita contribuir a la calidad de nuestra democracia, permitiendo así armonizar la voz de nuevos actores, que progresivamente se han incorporado a nuestra sociedad y que hoy válidamente, reivindican sus derechos.
"Como Universidad Pública, nos cabe el rol principal de ser los generadores de una opinión pública".
Gustavo Soto Bringas, rector Universidad Arturo Prat"